Hannah, la rubia de mis sueños
Fecha: 18/05/2024,
Categorías:
No Consentido
Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos
Hannah es una hermosa joven de 18 años, siempre resaltando su presencia en donde se para. Rubia, ojos verdes y unas piernas largas que de unos años para acá se acompañas de unas buenas, redondas y apetecibles nalgas. La puedes mirar de cualquier ángulo y te hipnotiza. Cosa que le pasó a Dante, quien fue su compañero de escuela durante años y con quien se cruzó la semana pasada. Él quiso saludarla, estaba enamorado de ella desde siempre. Pero ella no lo reconoció, más bien no sabia quien era el. Eso le dolió hasta el alma y el rencor le llenó el alma.
Así qué pasó sus días que no eran muy ocupados pues ayudaba a sus padres en la verdulería siguiéndola, anotaba y tenía en cuenta cada movimiento de esa joven rubia hermosa que a pesar de toparse de frente con él un par de veces, nunca lo miro. Era como si no existiera. Luego vino el plan un poco engañando a sus amigos Marco y Julián que hacía tiempo tenían como deporte entrar a las casas de los ricos a robar.
—¡es seguro te digo!—les decía mientras contaba su plan.
—ahí no, ahí tienen alarma.
—No, es que te digo que ahí es seguro, ya los tengo estudiados a los viejos. Se queda sola la casa de viernes a lunes.
Y era verdad, los padres de Hannah salían por trabajo cada fin de semana, dejándole la recomendación de siempre, no fiestas, no amigos. Así une llego el día, Dante vio partir la camioneta gris de casa de Hannah y les mando mensaje a sus amigos. “Ya está, los espero a las 11”.
Minutos antes de las once, ...
... Hannah en pijamada recorría los pasillos apagando las luces para meterse en su cama, para ver un par de capítulos de la serie de los roba bancos españoles. Escucho un pequeño ruido pero no le presto atención. Por la barda del estacionamiento estaban brincando los tres con pasamontañas. Dos con el afán de ganarse unos pesos, obtener algún artículo de esos qué hay en casa de ricos y otro con un solo propósito en mente.
Debajo de la cama Hannah sacó a su amigo azul, un pequeño vibrador que solo cuando sus padres no estaban ocupaba el cálido espacio entre sus piernas, giró el pequeño interruptor y la suave vibración lleno de sensaciones su interior, pronto su mirada fue olvidando la pantalla, los diálogos de la serie eran intrascendentes, con los ojos cerrados y las manos apretadas se llenaba de calor su cuerpo. Tanto que no sintió la presencia de Dante quien fue sigilosamente a su habitación.
Al entrar la miro con el short de pijama movido a un lado, apenas se percibía el objeto vibrante entre sus piernas, mientras ella cerraba y apretaba las piernas dando pequeños gemidos, a él le iba creciendo la ereccion en el pantalón. De su bolsa trasera sacó un par de cintas. Lo primero fue atreverse, estaba inmóvil mirándola, hasta que ella levantándose la camiseta para tocar sus tetas abrió un poco los ojos y vio una sombra, ahogó el grito mientras abría los ojos tratando de gritar, bajar su camiseta, sacar el vibrador, todo al mismo tiempo. Solo se revolvió en la cama mientras el tipo ...