1. El masterchef


    Fecha: 20/05/2024, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Ese día ella me había acompañado a un museo para una tarea y de ahí nos regresamos a mi chante.
    
    Siempre que la invitaba a pasar a mi humilde palacio, le hacía de comer o cenar dependiendo la hora del día.
    
    No les miento, tengo buen sazón. Cualquier chef con 5 estrellas Michelin se quedaría pendejo al ver mis habilidades culinarias... Obvio no, pero si cocino chingón.
    
    Bueno, pues ahí estábamos en mi cocina mientras le preparaba un delicioso arrocito con cúrcuma y un buen clase mediero bistec de res.
    
    A ella le encantaba quedarse a mi lado cuando le hacía de comer porque, según ella, era "sexy" verme hacer eso y quién era yo para negarme a su presencia.
    
    Ahí andábamos platicando mientras le daba vueltas al bistec y se cocía el arroz.
    
    Ella traía un vestido un poco holgado y botas. Uta'... Se le veían sus piernitas bien ricas y tan blancas cómo la leche de mis gónadas, lo que provocó que poco a poco se me empezara a poner dura la verdura.
    
    Ella notó mi bulto en el pantalón y me dijo algo así cómo - y eso qué? - mientras sonreía.
    
    Yo me la saqué jaja y le dije - no quieres? -. Ella nada más sonrió y le pedí que se apoyara de frente a la estufa (obviamente dónde no se pudiera quemar).
    
    Ella hizo lo que pedí y yo comencé a subirle el vestido hasta poder visualizar sus jugosos glúteos.
    
    Para ese momento yo ya estaba calentando sus tortillitas en comal cómo buen Mexa y metí mi mano derecha debajo de su calzón para masajear su cachete izquierdo. Lo jalaba de ...
    ... vez en cuando para separarlo de su gemelo derecho y rozar mis dedos por el sin esquinas. También acariciaba sus labios, digo, ya de paso, no?
    
    Pues las pinches tortillas ya se me habían olvidado ALV y se estaban quemando por lo que opté por apagar toda lumbre de la estufa para no causar un desastre.
    
    Después de salvar mi casa de un posible incendio continúe con lo interrumpido y seguí dando dedo a mi ex nalguita.
    
    En ese momento ella ya se encontraba bastante mojada e hice algo que siempre me gustaba hacerle porque la ponía nerviosa.
    
    Saqué mis dedos de su mojada cavidad y los metí directo a mi boca para probar sus mieles de placer.
    
    Ella me decía - no hagas eso - y se sonrojaba. Yo le decía - no te hagas, bien que te gusta -. Naaambre'... Yo hasta me lamía los dedos para ponerla más nerviosa jaja.
    
    Todo ese tiempo tuve la macana de fuera y, después de probar sus alcalinos jugos, ella se le quedaba viendo.
    
    La moví hacía un mueble que contenía los tenedores y todas esas chingaderas.
    
    Le pedí que se hincara. Ella ya sabía lo que proseguía. Se hincó y poco a poco metió mi salchichón en su boca.
    
    Ésta mujercita en cuestión sabía darme los mejores fellatios de mi vida!
    
    Ahí estaba ella dándome mis chupones de chorizo y yo me prendía cada vez más hasta el punto en que sólo tome su rostro y lo mantuve lo más firme posible para comenzar a bombear en su boca por mi cuenta.
    
    A ella le encantaba que se la metiera hasta dónde llegara, incluso si le causaba arcadas y ...
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