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Aventura inesperada con un desconocido
Fecha: 20/05/2024, Categorías: Gays Autor: Duendeprecoz, Fuente: CuentoRelatos
... momento que aparecí ahí. Tendría unos 65 o 70 años, de piel morena oscura, casi completamente calvo con unas pocas canas a los costados, tenía bigote, una barriga redonda y voluminosa y tenía puesta una camisa vieja de manga corta a medio apuntar, un pantalón verde en dril desgastado y unas sandalias de cuero. Estaba solo, me miró de pies a cabeza y me dijo algo así como: “Uff, que hermosa estás mamacita, así es como me gustan bien arregladitas y lindas…” Me asusté y volví a mirarlo un poco angustiado, él me estaba guiñando un ojo y me dijo: “Mami porque no me regalas un besito…?” Como el local era muy pequeño, yo me encontraba de pie justo al lado de su silla. Dije “Buenasss…” para llamar al tendero y en ese momento sentí una mano gruesa y pesada que me tocó la parte trasera de la pierna un poco encima de la rodilla y subió por debajo de la minifalda hasta agarrarme una nalga. Yo tenía puesto un calzoncillo tipo tanga y mis piernas son lampiñas. Quedé bloqueado del susto y con el corazón a mil y no sabía qué hacer. El viejo mientras tanto seguía manoseándome el culo y ya me estaba metiendo los dedos entre el calzoncillo y tocándome la raya mientras con la otra mano se tocaba la verga por encima del pantalón. Como pude reaccioné y suavizando un poco la voz y siguiendo el juego le dije que esa no era la forma de tratar a una dama. Se disculpó y se puso de pie y tomándome de la mano me dijo: “Que vas a llevar amor…? Resultó ser que él era el dueño de la tienda, nada ...
... más y nada menos. Medía quizás 1,70 metros, un poco más alto que yo. Cuando me di cuenta ya había puesto mi mano sobre su pantalón y pude sentirle la notoria erección que ya tenía. Pedí algunas cosas, lo primero que se me ocurrió pues realmente no necesitaba llevar nada, todo era solo por hacer un juego y ganar una apuesta. El viejo colocó las cosas sobre el mostrador y me dio la cuenta, y también me dijo que si no tenía dinero podría pagarle de otra manera. La verdad yo ya me encontraba también un poco caliente con el jueguito y entonces decidí seguirle las intenciones. Miré para afuera y las chicas estaban en la acera de enfrente viendo todo y riendo a toda carcajada. A estas alturas era evidente que ellas sabían que el tendero era gay activo y por eso me tendieron esa trampa. En mi vida yo había tenido un par de experiencias íntimas con otros hombres pero no pasó de un simple sexo oral, y ahora me encontraba a punto de volver a vivir esos momentos con un hombre que fácilmente podría ser mi abuelo. No lo pensé mucho y acepté pagarle como él me dijera, entonces cerró la puerta para que no fuera a llegar nadie y se acercó y abrazándome me besó. Cerré los ojos y lo dejé que me hiciera lo que quisiera. Resultó ser un experto para besar, mientras me comía la boca con su lengua me cogía el culo a dos manos y me restregaba la verga en el abdomen. Se desabrocho el pantalón y se bajó el calzoncillo a media pierna y su pene dio un salto por la erección. Me tomó de los ...