Años después, con mi ex
Fecha: 28/05/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Awilas, Fuente: CuentoRelatos
... apretó contra ella y duramos casi un minuto abrazados, a pesar de todo los dos fuimos importantes en nuestras vidas.
Nos sentamos, pedimos algo y empezamos a hablar, duramos aproximadamente hora y media hablando de lo que había pasado en nuestras vidas después de terminar. Obviamente yo deje de fuera el detalle de que había tenido sexo con toda su familia. Al ser yo una persona demasiado sexual, eventualmente la conversación fue tomando un tinte cachondon. Le pregunte sobre su vida sexual y ella con una risa nerviosa me dijo “¿Cuál?, no tengo tiempo para andar haciendo eso” y nuevamente soltó una risilla nerviosa. Le propuse ir a un bar que nos gustaba de ir cuando éramos novios. “no sé, no puedo dejar mucho tiempo a mi mama con el niño” me dijo mientras vi que en su interior si quería ir, aunque no pasara nada, quería al menos salir de su rutina. Yo decidí no insistir, obviamente entendería si ella prefería ir con su hijo, es natural.
Pero de la nada dijo al aire “ok, vamos” y marco a su madre para avisar que iria con unas amigas del trabajo por algo de cenar. Salimos de ahí y nos fuimos en mi coche, conduje hasta ese bar, nos sentamos pedimos algo de tomar y disfrutamos de una amena platica y de buena música en vivo. Por ahí de las 11 pm, ya llevábamos varios tragos encima, ella nunca fue una persona que tomara mucho, y con pocas cervezas siempre salía a relucir su lado “caliente”. Tocaron una canción romántica y me acerque a ella y cantándole al oído me fui ...
... acercando hasta tocar con mis labios la esquina de sus labios, ella con una de sus manos acariciaba mi barba y disimulaba ver a la banda tocar. Puse mi mano en una de sus piernas y ella volteo a verme y en ese instante le robe un beso.
Sus labios, como extrañaba esos labios, su olor, su sabor, sus grandes y hermosos ojos me veían con confusión. “vámonos” le dije suavemente, me puse de pie, tome su mano y fui a caja a pagar. Nos subimos al coche y en cuanto entre se lanzó sobre mí y nos comenzamos a comer. Sentía su respiración acelerada, con mis manos busque sus pechos, que habían crecido por su embarazo. Ella bajo su mano a mi pantalón y por encima tocaba mi pene. Ya estaba duro, no había momento en ese día en que estuviera así. La veía desesperada, ansiaba verga, era tal su frenesí que no podía bajar el zipper de mi pantalón. La ayude, saque mi grueso miembro y ella cual leona sobre su presa se dejó ir. No sé si lo mencione antes en algún relato anterior, pero sus mamadas no eran las mejores. Pero el tiempo la había ayudado y el conocer lo que me gustaba también. Se concentró en mi glande, su lengua daba círculos e introducía un poco su lengua por mi orificio. Encendí el auto y emprendí el camino hacia el motel. Ella no paraba de chupar mi miembro, yo con mi otra mano jugaba con sus pechos y en los semáforos acariciaba por encima de su pantalón su vagina. Estaba increíblemente mojada, se podría decir que chorreaba. Casi llegando al motel ella engullo por completo mi miembro, fue ...