1. Persiana americana


    Fecha: 29/05/2024, Categorías: Fetichismo Autor: Jere, Fuente: CuentoRelatos

    ... su cuerpo cubierto por una remera desteñida que le daba un aire muy sensual. Después descubrí que sólo vestía remera y culotte, nada más.
    
    Ella terminó de desayunar, levantó las cosas y ordenó todo. Se dirigió al baño y dejó la puerta abierta, por mi parte yo me descalcé y desvestí quedando sólo en bóxer. La observa desde el marco de la puerta, ni ella ni yo hablábamos, era como si fuera un fantasma.
    
    Salió del baño y se dirigió a la sala a mirar televisión, se sentó con las piernas cruzadas en posición de flor de loto, yo me senté frente a ella en el piso alfombrado. Ella se desperezaba, estiraba sus brazos, se acariciaba los pechos, movía su remera. ¡Me estaba dando un verdadero espectáculo!
    
    A esta altura yo ya tenía la pija a reventar, comencé a tocarme sobre el bóxer en el momento en que ella se acostó boca arriba en el sillón, subió su remera dejando al aire unas hermosas tetas que ya tenían los pezones parados, separó sus piernas y se comenzó a frotar sobre su ropa interior. Sus pies apuntaban hacia donde yo estaba por lo que tenía una vista privilegiada del show que me estaba regalando mi amiga Carla.
    
    Sus caricias eran cada vez más intensas, metió una mano dentro del culotte y con la otra mano se pellizcaba un pezón, al “estar sola” comenzó a gemir como si tampoco tuviera vecinos. Presa de la excitación ...
    ... se despojó de toda su ropa y ya sentada en el piso metía sus dedos con lujuria en su concha y amasaba sus tetas.
    
    En ningún momento me miró e hizo oídos sordos a mis gemidos que juntos a los suyos componían una melodía afrodisíaca.
    
    Para este entonces yo me había quitado el bóxer y me masturbaba furiosamente. Acabé abundantemente como hacía mucho tiempo no me sucedía.
    
    Ella convulsionó y parecía que estaba en trance con la respiración acelerada, acabó una, dos, tres veces y se dejó caer sobre la alfombra. Se levantó suspirando y fue a servirse agua. Pasó por al lado mío como si nada.
    
    Sin tocarnos, sin siquiera hablarnos nos estábamos dando un gran placer mutuo. Una forma distinta del sexo.
    
    Así transcurrió el resto del día, con el mirón ignorando y la chica exhibicionista cumpliendo con su rutina y con más pajas a lo largo del día.
    
    Cuando caía la tarde y despuntaba la noche al fin me habló para ofrecerme unos mates entre risas, los cuales acepté y hablamos desnudos de lo que nos había parecido la experiencia. Nos hicimos muy amigos después de eso. Ya han pasado varios meses y casi es rutina de volver a aquella casa embrujada con persianas americanas cada fin de semana.
    
    Si les gustó comenten, si no les gustó comenten. Si les parece una buena temática, si tienen alguna sugerencia sobre alguna otra los leo. 
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