Una fiesta sorpresa
Fecha: 30/05/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: SuerteO, Fuente: CuentoRelatos
Mayra es su nombre, ella es una chica de piel blanca, cabello largo negro azulado, ojos café claro, tetas medianas y nalgas firmes, en aquel entonces ella tenia 21 años y es que despues de coger con Karina unas cuantas veces mas me comencé a volver mas aventado y a tener más suerte.
Ella era la recepcionista de donde trabajaba, su novio era un mensajero, aunque en realidad ella era casada y tenía ya una hija, pero bueno, el mundo laboral y sexual así es.
Comencé a hablarle desde el día que entré a trabajar, de hecho nos juntamos a tomar café y compartimos galletas y pan, era buena su compañía.
Los compañeros de trabajo decidieron hacerle una fiesta sorpresa por que cumplía años laborales, así que nos pusimos de acuerdo y le caímos en su casa, la cual nos quedaba cerca de la oficina.
Ella nos recibió contenta y nos pasó a su casa en donde también vivían sus padres los cuales se llevaron a su hija y se fueron con una hermana de su mamá dejándonos la casa para la celebración, Mayra se fue a arreglar saliendo de su cuarto con un mini vestido floreado y sus zapatos abiertos enseñando sus perfectas y blancas piernas.
Obviamente estaba con Victor su novio y él no se despegaba, yo decidí entrar en ambiente así que bebía y bailaba con las demás compañeras pero no dejaba de mirar lo rica que se veía Mayra.
M: Oswaldito, que bueno que viniste.
O: No quería perderme tu celebración, oye te ves ¡espectacular!
M: Yo siempre corazón, yo siempre.
Después de esa ...
... breve charla segui divirtiendome con los demás compañeros, todo estaba de lujo hasta que Víctor y ella discutieron y ella lo corrió, pensé que todo terminaría ahí pero ella decidió que siguiéramos celebrando.
De hecho se veía más relajada y disfrutaba más, bailaba con todos, era el centro de atención pero sobre todo de mi atención, ya que no podía dejar de verla y mucho menos sus piernas.
M: ¡Vamos a bailar Oswaldito!
O: ¡Como no!
Bailamos merengue, en aquel entonces apenas aprendía y la verdad esa mujer me bailo, pero no me importo ya que aprovechaba cada vuelta o cercanía para sentir su rico cuerpo.
O: ¡Qué bien bailas!
M: ¡Me defiendo!
O: No me quiero imaginar cómo haces ¡otras cosas!
Ella me miró y sonrió, no dijo nada pero mi comentario no la incomodó y continuamos bailando.
Conforme pasó el tiempo el alcohol se nos subió, yo la abrazaba y tocaba su rodilla mientras brindamos, ella se recostaba en mí, fue entonces que me comenzó a hablar de su relación.
Mientras yo le acariciaba su pierna ella me decía lo mal que le había ido con su marido y que con Víctor era más sexo que otra cosa, pero que ya estaba harta de él.
O: Pues que tontos, eres una princesa y no te saben tratar.
M: Así es esto, ni hablar, ahora sere lesbiana.
O: No jaja, mejor deja que un hombre como yo te aprecie bien.
M: Oswaldo, jaja, tú eres aún un niño.
O: Y eso que, también se tratar a una mujer.
Antes de que me dijera mas le di un beso en sus labios, ella al ...