Pam y su vecino
Fecha: 30/05/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Kunta Kinte, Fuente: CuentoRelatos
“Ya he pasado los treinta, es hora que me vaya a vivir sola” eso pensaba Pam entre sì, mientras subía los peldaños de esa horrible escalera con las cajas llenas de las mil cositas que había acumulado en esos años. Y si que tenía un novio, Marcos, pero justo ese día se le había ocurrido viajar a barranquilla por no se sabe qué asunto, plantándola en plena mudanza.
Que quede claro, ese de Marcos, no era algo serio, era mas por evitar de parecer una solterona después de los treinta, que por amor. Es que la vida de pareja no era para Pam, muchas reglas y convenciones, y Pam en su casa pretendía ser básicamente anárquica.
Eso, obviamente solo en el perímetro doméstico, porque afuera, sobre todo en el trabajo, era considerada una profesional preparada e impecable, y la verdad es que a ella trabajar le gustaba, y sobre todo le gustaba la independencia económica que había logrado casi de inmediato, y que le había permitido cultivar sus pasiones…
Ah… ya… sus pasiones… porque Pam tenía varias pasiones, ante todo los perritos, sobre todo su Morita un french bulldog negro como la noche, luego la salsa, los viajes… a pesar de su miedo por los aviones, tattoos y en fin los tacones, siendo bastante bajita, le encantaba de repente ser más alta de unos 10 cm.
Regresemos a las escaleras, ya vamos al tercer piso, y de repente el bulto se hace mas liviano. “Que milagro es este?... Pensó de principio, y en eso ve un hombre que la ayuda hasta llegar a su departamento. El hombre en ...
... cuestión resultó ser su vecino, André, directamente llegado a Colombia desde Portugal por cuenta de una Multinacional telefónica. Se presentaron y descubrieron de inmediato que André vivía en el departamento justo en frente, así que la ayudó sin problemas con el resto de la mudanza.
André era un cuarentón bien mantenido, pensó Pam, se nota que hace ejercicio, sin llegar a ser un fanático, rapado, con barba, y un brazo tatuado… ya con solo el último detalle, no podía no llamarle la atención.
La mudanza anduvo bastante bien, Marcos en los días siguientes la acompañó, y en una semana, ya estaba instalada en su apartamento.
Llegó el verano y aunque las interacciones entre André y Pam no fueran seguidas, a menudo se conocían mejor. Pam apreciaba ese toque exótico y André ese aire despistado y soñante acompañado por una sensual andar con tacones por las escaleras del edificio.
Una noche André tomaba una copa de vino en su terraza que estaba justo al lado del departamento de Pam, cuando escucho unos sonidos, Pam y Marcos habían llegado, sonidos comunes de una joven pareja, pero, al momento de apagar las luces, los “sonidos se hacen mas “interesantes”. Están claramente haciendo el amor, André, que no tenía nada mejor que hacer, se queda allí a la escucha, esperando captar algo atrevido, pero en 5 minutos, todo se acabó, con un jadeo masculino seguido casi instantáneamente por un ruidoso ronquido. “Vaya mala suerte esta pobre vecina, pensó André”.
Episodios como ese, se ...