1. Un domingo tranquilo


    Fecha: 01/06/2024, Categorías: Masturbación Autor: Relatos de una mente, Fuente: CuentoRelatos

    Era un domingo en casa junto con mi esposa luego de almorzar y terminar unas que otras cosas pendientes note que ya estaba desocupada me fijé con pasión y deseo que tenía una blusa que delineaba su perfecta figura, un leggins que dejaba marcar con detalles la delicia de sus entre pierna y su hermoso y bello trasero.
    
    Enseguida empecé a sentir un calor abrazador en mi cuerpo provocado con solo mirarla ¡Me puso tan pero, tan caliente!
    
    Aproveche el momento en que vi se sentó a la mesa para leer y me le acerque y le dije: ¿Te parece si vamos al cuarto a ver una película?
    
    Ella respondió: ¡Claro! Así descansamos ya que mañana el día es largo.
    
    Si perder el tiempo me fui a la habitación y me recosté en la cama mientras ubicaba la película y le llame:
    
    —¡Amor ven, ya empezó la peli!
    
    Y ella respondió:
    
    — ¡Voy enseguida!
    
    Yo estaba súper caliente pero no quería que me viera como el típico desesperado por cogerla si no que quería calentarla al punto de que se entregará sin rodeos ni limitaciones.
    
    Cuando por fin entro a la habitación se acostó junto a mí y pues, yo la rodeé con un suave abrazo y me recliné sobre su pecho.
    
    A los pocos minutos ella se dio cuenta de que mi intención iba más allá de ver una peli, sabía que quería cogerla con fuerza.
    
    Así que cuando note que estaba al tanto de lo que yo quería empecé a besarla con la mayor pasión y suavidad posible, me recosté de medio lado en su cuerpo mientras mi pene se iba erectando pegado a ella, ella me ...
    ... abrazaba y me apretaba cómo nunca antes.
    
    Sin perder el tiempo empecé a besarla y acariciarla con mayor intensidad mientras que nos íbamos arrancando la ropa para que nuestros cuerpos quedarán totalmente desnudos.
    
    Lamía sus enormes tetas las chupaba mientras que con mis manos manoseaba su culo y cuando sintió que mi pene roso su vagina, pude ver cómo se descontroló y su mirada decía "mételo". La tomé con fuerza y con mi mano tome mi pene y empecé a masturbar su clítoris y toda su vagina haciendo movimientos giratorios, se lo metía cada cierto tiempo pero estaba concentrado en masturbar su vagina como nunca antes.
    
    Ella decía cosas a mi oído como:
    
    —¡Que rico papi, házmelo así, me encanta, dame más, no pares, mantente ahí!... Todo para dejarme en claro que lo estaba disfrutando
    
    Yo para prenderla aún más; la tomaba con fuerza y pasión pero sin perder la delicadeza, lamía su pecho, le decía cosas ricas al oído.
    
    Manteniendo un fino margen entre lo perverso y lo sexy, le decía cosas como: ¡Amo tu culo! ¡Amo tus tetas! ¡Tu vagina es la mejor! ¡Eres demasiado sexy! ¡Eres mi perra! ¡Eres mía! Y ella respondía a mi estímulo físico-auditivo con gemidos y movimientos en su cadera que iban casi en perfecta sincronía con el movimiento circular que le hacía a mi pene con la mano.
    
    La mire por un momento y le dije "hoy quiero que disfrutes y te relajes, que sientas lo que nunca has sentido" solo no interfieras y déjate llevar por lo que sienta. Asentado su cabeza me dio la ...
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