Mi tía, mi prima y la montaña (6): El padre de Marta
Fecha: 01/06/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
—¿Estás bien?
Preguntó su padre al entrar en la cabaña.
—¡Si papá! Mira, este es Gus, el primo de Laura.
—Encantado de conocerle, señor.
Le dije más con miedo que respeto. Era un tío cerca de cincuenta años, de mi altura, pero su cuerpo era como el de un árbol centenario.
—Hola hijo! Llámame Pedro. Conozco a tu prima, es una chica muy maja!
“Y tan maja si te la follas” Pensé mientras le estrechaba su pedazo de mano. Debía de dar unas ostias como panes.
—Tenemos que irnos ya, la tormenta no tiene pinta de amainar.
Nos montamos en el cuatro x cuatro y comenzó el calvario entre baches y barro.
—Lo habéis pasado bien? Preguntó su padre.
—Si papá. La pena ha sido la tormenta, nos hemos tenido que resguardar en la cabaña al poco de llegar!
Pedro miró hacia atrás para verme la cara. Su sonrisa era algo pérfida.
—A si que habéis estado todo el tiempo en la cabaña!
—Sí, una pena! Dije tragando saliva.
Ya me estaba imaginando lo que se le podía estar pasando por la cabeza.
—Me alegro de que Marta te haya conocido. Apenas sale con chicos de su edad!
Me relajé un poco al oír su comentario, no parecía amenazante, más bien un halago.
—Creo que tendrás que quedarte a comer en casa mientras amaina la tormenta!
—Estupendo! Contestó Marta con excesivo entusiasmo antes de que yo pudiera contestar.
—Muchas gracias señ… Pedro!
Llegamos a su casa y seguía cayendo agua a mansalva. Marta fue a cambiarse y me quedé solo con el ...
... hombretón
—Que te parece Marta?
Me dijo dándome un codazo de complicidad, aunque casi me rompe una costilla.
—Es una chica muy maja!
—Solo maja? No te apetece darle un meneillo!
Dijo dándome otro codazo.
—Que cosas dice Pedro!
—Los dos tenéis una buena edad para esas cosas, jajaja!
—Bueno, es que… la acabo de conocer!
—He visto como te mira, y se ve que le gustas, jajaja! Creo que a ella le apetece un revolcón! A ti no?
No podía creer lo que me estaba proponiendo su propio padre, pero no me lo podía decir más claro.
—Bueno… si… claro, como no me va a apetecer!
—Pues dale gusto a la muchacha, joder!
No sabía que decir, menos mal que en ese momento apareció Marta. Se había puesto un vestido más corto que el del día anterior y tremendamente ajustado al pecho. Las tetas se le marcaban de una forma espectacular, sobre todo sus grandes pezones. Recibí otro codazo de su padre.
—Anda, dile lo guapa que está! Susurró antes de que se acercara.
Por supuesto no me atrevía a llevarle la contraria al hombretón y utilicé sus propias palabras.
—Que guapa estás Marta!
—Gracias Gus! Me apetecía ya que tenemos un invitado en casa, jijiji!
—Es verdad hija, estás guapísima!
—Gracias papá! Voy a preparar la comida! Y se metió en la cocina.
—Ves lo que te decía, jajaja! La muchacha se ha puesto como un pastel para que te la comas, jajaja!
El tío era bruto de cojones y ya no sabía que decirle por temor a enfadarle. Tampoco me dio tiempo a pensar en ...