1. En el Caribe, calientes con los animadores (parte 2)


    Fecha: 03/06/2024, Categorías: Gays Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    Salí por mi lado, ya que mi bóxer azul oscuro podía ocultar mi pija parada, pero hice una carrerita para alcanzarlo.
    
    -¿Para dónde vamos?, quise saber.
    
    -Por un sendero que hay entre las palmeras se llega a la playita Paraíso, donde hay un cuarto de baño, una ducha exterior y el cobertizo para guardar equipos de salvamento.
    
    Lo seguí un buen trecho con muchos nervios hasta que llegamos a un claro con la playita y el cobertizo con la ducha. Era una caleta muy tranquila y desierta, libre de miradas indiscretas. Debajo de una piedra sacó unas llaves y mientras me pedía que abriese el grifo de la ducha, entró al cuarto de baño para tomar frasquitos de jabón y crema enjuague.
    
    Nuestros cuerpos estaban sudorosos y todavía olíamos a cloro. Dejé salir el agua que estaba en la cañería caliente por el sol, hasta que estuvo razonablemente más fresca para usar el duchador. Yo seguía excitado, pero a él se le había puesto solo morcillona debajo del slip.
    
    -Tenemos que compartir el duchador, ¿no te parece?
    
    Dudó, pero al fin se metió conmigo debajo del agua y me dio un frasquito de gel de baño. Me fui enjabonando mientras él se mojaba y le pregunté si podía enjabonarle la espalda. Asintió y no dudé. Le pasé el frasco y empecé a pasarle gel de baño por los hombros y la espalda. Le enjaboné las piernas torneadas y me alcé para que se enjuagara, apoyando mi bulto sobre su culo, "sin querer", pero no se quitó.
    
    -¿Te ayudo?, y sin recibir respuesta le pasé las manos entre sus ...
    ... brazos y lo empecé a enjabonar por adelante.
    
    Estaba en una nube acariciando sus pectorales y sus abdominales hasta que llegué al borde del slip y seguí por la parte de afuera sobando su pija dura a través de la tela.
    
    -Creo que te gusta mucho, me dijo.
    
    Gruñí mi asentimiento al tiempo que le metía la mano adentro del slip y le enjabonaba bien la pija y los huevos. Se recostó sobre mi cuello y me pidió:
    
    -Así, así, sigue, sigue.
    
    Más me hablaba, más le apretaba mi cuerpo contra su espalda y su culo bien redondo.
    
    -¡Qué bueno estás!, le dije, y qué hermoso pingo tenés.
    
    Se tomó de mis nalgas para apretarme más contra él y me atreví a besarle y lamerle el cuello, de un lado y del otro, hasta que inevitablemente llegué a sus labios carnosos y le di un larguísimo beso de lengua al que se sometió. Nos entrelazamos ya de frente con besos y caricias mutuas, me apoderé de sus firmes glúteos, le fui bajando el slip con una mano y con la otra me libraba del bóxer hasta que nuestras pijas se enfrentaron enhiestas y rozándose en un vaivén frenético. Me detuve y lo miré a los ojos:
    
    -Te voy a comer todo, le dije, perdida toda inhibición.
    
    -¿Todo?, me preguntó.
    
    -Vas a ver, le respondí.
    
    Empecé a besarlo desde el cuello, los pezones, sus pectorales bien marcados, sus abdominales de hierro con una piel que parecía de terciopelo y llegué a su pubis depilado hasta que me quedó su pija circuncisa frente a la boca. No me quise apresurar y le fui besando y lamiendo el glande ...
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