1. Forzada por mi tío


    Fecha: 21/10/2018, Categorías: Confesiones Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    Alejandra siempre fue coqueta, a pesar de ser muy bajita, no alcanzaba ni el 1.60 pero su cara de eterna adolescente, a sus dieciocho la hacía una chica súper sexy. En la reunión de navidad, noto que su tío Juan no le quitaba la vista de encima. Y trataba de acercarse a ella de manera constante. Para ella era divertido, así que decidió seguirle el juego y trato a toda costa de calentarlo.
    
    —Tío, ¿me puedes ayudar a bajar algo de la alacena?
    
    —Claro mija, vamos.
    
    Alejandra se subió a un banco y se estiró, sabía que su vestido subiría e inevitablemente su tío podría ver por debajo, luego fingió resbalarse y el la tuvo que detener por las nalgas.
    
    —Uy me caigo!
    
    —Ya te agarre… ya te…perdón!
    
    —Perdón tío, gracias te quiero
    
    —Yo también mijita
    
    Toda la noche compartieron miradas pícaras, y cuando se despidieron ella le dio el beso casi en la boca. Podía sentir su mirada mientras se alejaba hasta el carro de su papá.
    
    —Los esperamos para Año Nuevo
    
    —Claro, hermano. ¿Que llevamos?
    
    —Nada, y se llevan ropa para que se queden.
    
    —Bueno, igual llevo una botella de tequila.
    
    Cuando lo vio llegar, no dudo y fue a recibirlo.
    
    —Mi tío favorito
    
    —Hola mija, como ha crecido.
    
    Ella llevaba una falda pequeña, una blusa ajustada. Su tío no dejaba de verla. Cuando estaban sacando la cena de la cocina, aprovecho para pegarle la verga en sus nalgas. Ella dio la vuelta y le reclamó.
    
    —¿Qué te pasa? Soy tu sobrina!
    
    —Perdón mija… yo pensé…
    
    —Pues no, que te ...
    ... quede claro!
    
    —Por favor no digas nada…
    
    —Claro que no, que asco!
    
    Durante la cena, a su tío se le caía la cara de vergüenza. Y Alejandra seguía sonriente, como si nada hubiera pasado.
    
    —Chin! Se me cayó mi tenedor, me lo pasas tío.
    
    —Si si, claro.
    
    Cuando se agachó bajo la mesa, pudo ver que Alejandra tenía las piernas abiertas y no llevaba ropa interior. El golpe de su nuca contra la mesa hizo tambalear la cena.
    
    —¡NI UN TEQUILA MÁS!
    
    —¡perdón!
    
    Todos rieron, pero él tenía una cara de desconcierto y no hilaba una frase. Luego brindaron, todos estaban un poco pasados de copas, mamá y papá ya bostezaban. Los niños dormían en los sillones.
    
    —Pues nos acomodamos para dormir. Te quedas en el cuarto de Alejandra y ella que se duerma acá en la sala.
    
    —No queremos incomodar.
    
    —No te preocupes tío, siempre me quedo dormida viendo la tele.
    
    Cuando ya todo estaba a oscuras, sintió que alguien se acercaba.
    
    —¿Estas despierta?
    
    —¿tío?
    
    —¿Dime de que se trata? ¿Por qué me haces esto?
    
    —No sé de qué me hablas, soy tu sobrina.
    
    —Olvídalo, soy un idiota. Voy por un poco de agua.
    
    Cuando caminaba de regreso, miro instintivamente al sillón. Alentadora tenia destapado el culo, se podía ver la tanga perdiéndose entre sus nalgas. Aun así no se detuvo y siguió de largo. Estaba cansado de aquella niña estúpida.
    
    —No olvides que el 5 vamos por los regalos de reyes magos, te toca cuidar a los niños. Ale te ayudará.
    
    La cara de su tío ya era de fastidio
    
    —Ok, ...
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