Humillé a mi ex con ayuda (II) - Relatos Eróticos

Humillé a mi ex con ayuda (II)

... levantarse…

-quien te ha dicho que te levantes perra, quítatela aquí y ahora…

Se quedo sentada, solo se incorporó un poco, para meter sus manos bajo la falda, no sin trabajo, porque al ser estrecha, casi que se la tuvo que subir hasta la cintura, y se la quito, dejándola sobre la mesa arrugada…

-que sea la última vez que usas tanga, y jamás se te ocurra ante mi usar ropa interior de ese color perra.

En todo momento di por sentado que iba a seguir, tampoco le quería dar tiempo a pensarlo, la quería excitada en todo momento, ademas el tanga estaba chorreando.

Lo deje arrugado, y vimos aparecer a Tere a la vez que, a la camarera, aunque a esta le dije que volviese en unos minutos, que aún no sabíamos lo que pedir.

Le indiqué a Tere donde quería que se sentara, pues yo estaba en una silla de espaldas a la pared desde donde controlaba todo el salón y Paola en un asiento corrido, pegado a la cristalera, y junto a ella senté a Tere por lo que Paola quedo encerrada entre Tere y yo.

A esta se le escapo una sonrisa al ver el tanga en la mesa.

Llame a la camarera, para que nos tomara nota, y como era mi intención se dio cuenta de lo que había encima de la mesa, pero no dijo nada, pero sí que se puso roja, aunque más roja se puso Paola al ver que está se había dado cuenta.

-¿de qué color llevas el sujetador perra?

-Paola. –(mirándome con cara de súplica, sabiendo lo que venía después), beige señor.

-ve al baño y te lo quitas perra, y no hago que te lo ...

... quites aquí, porque no sabias que ese color me da asco, solo lo permito en las medias y ropa, pero jamás en ropa interior, pero no te molestes en traerlo, lo dejas alli.

Se levanto y se fue a los servicios del bar…

Tere se tuvo que levantar para dejarla salir, y conforme lo hizo, esta ocupo su sitio.

-Tere. –(con una sonrisa sarcástica) veo que todo bien señor.

-mejor de lo que esperaba perra, abre las piernas…

Saque el huevo del abrigo y sin importarme que no estuviera lubricado lleve mi mano a su coño y se lo introduje, aunque no costo trabajo, ya que está, también estaba chorreando, y como no tuve que apartar ningún tipo de braga porque no llevaba, fue rápido.

No lo conecte, solo saque el mando y lo puse encima del tanga, aún no había vuelto Paola, cuando la camarera dejo lo que habíamos pedido sobre la mesa, aunque al ver el tanga alli todavía, se volvió a poner roja.

Cuando se iba se cruzó con Paola, que se le notaban los pezones a través de la camiseta, y algo paso, porque esta se puso roja otra vez.

Le indique a Tere que le cediera el sitio a Paola, y se le noto que no le gusto, pero lo hizo.

Se sentó otra vez entre los dos…

-¿qué te ha dicho?, y no me digas que nada, porque te has puesto roja otra vez.

-Paola. -no me ha dicho nada señor, pero se ha reído y me ha guiñado.

-jajaja, yo también lo hubiese hecho.

He de decir que, a pasar de la edad, los pechos no los tenía nada caídos.

Cogí el mando y lo conecté al máximo, e hizo ...