Humillé a mi ex con ayuda (II) - Relatos Eróticos

Humillé a mi ex con ayuda (II)

... querer más que no lo podía ocultar, solo con las medias y los zapatos.

-a cuatro patas y ven a chupármela puta, a ver lo que tardas en ponérmela a puto guarra.

Empezó a lamérmela y chupármela, pasando de mi polla a los huevos, y si, la muy zorra en eso tenía experiencia, porque lo hacía muy bien. Fue a cogérmela con las manos, pero incorporándome un poco, le di un fuerte azote en el culo, que aún se le veía rojo de la tanda de azotes que le había dado esa misma tarde.

-las manos a la espalda perra.

Aunque estaba en la gloria, ella ya llevaba quince minutos chupando y lamiendo, y había conseguido ponérmela dura, pero había sido una tarde noche intensa y ahora me iba a costar correrme, que me venía muy bien, pues no era en su boca donde me quería correr precisamente.

-a la cama puta, a cuatro patas ¡¡¡ya!!!

Dio un salto y se puso tal y como le indique, me subí tras ella y poniéndome de rodillas y la abrí aún más y se la metí en el coño, un coño mojado no sería la palabra, pues era un lago de líquidos, y lo aproveche, pues con mis dedos, abriéndome hueco entre mi polla y el coño los embadurne y los metí de golpe en su culo.

-Paola. -aggg, ufff, señor, me voy a correr.

Me equivoque, porque pensé que me iba a decir que por el culo no, aunque luego comprobé que con la excitación no se había dado cuenta, porque se la saque del coño y aprovechando sus jugos adheridos a mi polla y los que yo le había restregado con mis manos, se la metí en el culo, de golpe, ...

... tanto que hasta a mí me dolió, pero el placer de romperle el culo, de humillarla, hizo que mereciera la pena ese pequeño dolor.

-Paola. -aggg, nooo, por ahí nooo sácala, dueleee nooo

No le hice ni caso, porque tenía tantas ganas, que a pesar del dolor que yo también sentía, empecé a entrar y salir de ella con furia, mientras le di dos fuertes azotes.

-quien te ha dado permiso para tutearme puta, eres mia, y te uso por donde quiero, perra. Ufff, que placer.

-Paola. –(con las lágrimas saltadas), perdón señor, lo sé, sé que soy suya, pero nunca lo había hecho, pero duele y mucho.

-me da igual ufff, que estrecho puta, como me gustaaa, y sin importarme su ella disfrutaba o no, me corrí.

Sin darle tiempo a reaccionar y por lo bien que se había portado, le di la vuelta, la tumbé y metí mi cabeza en su coño, que seguía chorreando, no le había bajado la excitación.

-Paola. -ufff, siii, gracias señor, uf es único uf, eso sí lo recuerdo bien señor, jamás nadie me lo comió como usted, uf, ¿me da permiso para correrme señor?

Sacando un poco la cabeza de su coño, asentí…

-Paola. -me corro, gracias aggg.

Me levante de la cama y la deje alli tumbada convulsionando y recuperándose.

-te espero en la ducha perra.

Me metí en la ducha y al instante apareció ella quedándose frente a mí, esperando mis órdenes.

-entra perra.

Hizo intención de quitarse las medias, pero al ver que yo negaba con la cabeza, simplemente entro.

-lávame puta.

Se le veía feliz, ...