1. El primo de mi primo me llevó en su moto (parte 1)


    Fecha: 07/06/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    ... ojos. Yo cerré los míos y me dediqué a chuparle la pija con ganas, hasta metérmela toda en la boca.
    
    Estaba en la gloria y lo incité a moverse, como si me estuviera cogiendo, lo que hizo enseguida con un vaivén estremecedor. No podía soltarla y la chupaba cada vez con más fruición, mientras acariciaba sus nalgas. Estuvimos varios minutos así, hasta que escuchamos ruidos y tuve que dejarlo. Me incorporé y me dio un beso increíble, con mucha lengua y mucha pasión. Me temblaban las piernas y estaba muy caliente.
    
    -¿Cómo vamos a esconder el palo?
    
    -No sé, balbuceé.
    
    Y lo besé de nuevo.
    
    -Tenemos que ir a la quinta para limpiar la pileta, así que decile a la tía que vamos en la moto y compramos comida por ahí, pero que no te vea, porque se va a dar cuenta del calentón que tenés.
    
    Obedecí como autómata y fui a abrir la puerta del corredor mientras Lucas sacaba la moto, vestido con una remera ajustada que resaltaba su cuerpo de atleta y un short de baño corto de tela muy fina, bien empalmado. Le avisamos a la tía desde la puerta, arrancó la moto y me invitó a subir detrás suyo.
    
    -Tengo miedo de andar en moto, le dije.
    
    -Tranquilo, que voy despacio y agarrate bien.
    
    Abracé su cuerpo, a la altura de los abdominales, duros y marcados como tabla de lavar. Los fui acariciando mientras iba a velocidad razonable por las calles de la ciudad hasta salir a la ruta, mientras le susurraba qué bien que estaba y qué hermoso era, ya desinhibido. En el último semáforo antes de ...
    ... salir a la ruta, me contó que lo había excitado más, por eso no iba muy rápido.
    
    Cuando dio la uz verde, le dije que no le creía y me respondió que probara si no era cierto. Despacio fui bajando una mano hasta su pene, erecto como antes en el baño, así que no dejé de sobarlo por encima del short finísimo mientras hacíamos los pocos kilómetros hasta la casa de fin de semana y llegué a tomarlo con las dos manos mientras recostaba mi cara sobre su espalda.
    
    La casa estaba a una cuadra de la ruta donde había un almacén de campo, que atendía un chico que era también el jardinero de la quinta. Para que no se notara nuestra excitación, Lucas le pidió unos sándwiches desde la puerta, sin bajarnos de la moto, para cuando cerrara el almacén a la una de la tarde y lo invitó a venir a la pileta, cosa que me sorprendió y se lo dije.
    
    -No te preocupes, me dijo, pero no me tranquilizó porque lo quería todo para mí.
    
    Llegamos al portón de la casa, bajé a abrir, entró la moto y la llevó hasta detrás de un cerco de ligustros que tenía la pileta y me esperó mientras yo cerraba el portón. Cuando llegué donde estaba Lucas, él estaba apoyado en la moto con las manos detrás sobre los asientos. Le miré el bulto del pantaloncito y me acerqué para seguir acariciándolo, mientras él me tomaba de la cabeza y me daba un beso prolongado de lengua que me dejó sin aliento.
    
    Apoyé mis manos en sus glúteos mientras nos besábamos calientes a mil, y las metí por dentro de su short. Ya ni sabía qué parte ...