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Tuve que dejarme coger para salvar mi matrimonio
Fecha: 18/06/2024, Categorías: Gays Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
Enlace al relato anterior al final. Rodrigo se había convertido tanto en mi amante como el de mi esposa, a mí me cogía varias veces cada tres semanas y a mi esposa una vez al mes, encuentros que grababa sin que mi esposa se diera cuenta. Esos videos los tenía en mi computadora portátil y los reproducíamos antes o durante nuestros encuentros sexuales en una enorme pantalla que tenía Rodrigo en su recámara, era muy morboso ver como Rodrigo se cogía a mi esposa y me cogía viendo esos videos, en cierta ocasión acepté que grabara uno de nuestros encuentros, video que formó parte de nuestra biblioteca erótica, era increíblemente excitante ver cómo me rompía el culo y me hacía gemir de placer. A los pocos meses nuestro jefe fue transferido a otra ciudad y el elegido para ocupar la vacante fue Rodrigo, lo cual me dio mucho gusto y a todos en la oficina también, excepto a Victor, un hombre mayor de 58 años, divorciado, alto y de complexión robusta, con una abultada panza y velludo de todo el cuerpo, próximo a jubilarse, había pedido el ascenso, pensando en su retiro, pero era una persona vulgar y libidinoso con las mujeres, con fama de pervertido, se decía incluso que varias veces lo habían visto en compañía de jovencitos homosexuales. De pronto me convertí en el favorito del jefe, el que lo acompañaba a todas partes, si bien eso facilitaba nuestros encuentros, ya que podía comisionarme o enviarme a algún lugar y el desaparecerse con cualquier pretexto y cogerme, también ...
... levantó algunas envidias, principalmente de Victor, quien me miraba con recelo. Como Jefe, Rodrigo solicitó un curso de integración de equipos de trabajo, con la finalidad de mejorar el ambiente laboral, se lo autorizaron para todo el personal, el cual se llevaría a cabo en la ciudad de Palenque, dos días a tiempo completo, viernes y sábado. Se rentó un autobús y todo el personal viajo en él, nos hospedamos en un bonito hotel con amplios jardines, Rodrigo pidió habitaciones para ambos, juntas, al terminar el primer día del curso, muy cansado por todas las dinámicas de los instructores, nos dimos un baño y todos fuimos a cenar, después de la cena la mayoría se fue a dar una vuelta al pueblo, pero Rodrigo dijo que estaba cansado y prefería quedarse, tampoco acepté salir, un rato después llegó Rodrigo a mi habitación, y me pidió pasar, así es, quería aprovechar y cogerme, no estaba seguro ya que era riesgoso y tenía miedo de que nos descubrieran, pero como siempre pasaba, me convenció y accedí a dejarme coger, me dio una cogida memorable que aunque intenté no hacer mucho ruido, algún gemido se me escapó, en la madrugada se regresó a su habitación para no levantar sospechas. Al otro día, continuó el curso y en el receso que nos dieron para comer, Victor se acercó a mí, me extrañó un poco, pero pensé que era consecuencia del curso, ya que los instructores fomentaban al personal a conocerse mejor. Me empezó a hacer plática. - ¿Que tal anoche?- Me dijo. - Bien Gracias ...