1. Follando con la madre de mi amigo


    Fecha: 21/06/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos

    ... hijo, ella accedió pero algo confundida, algo extrañada por lo que sucedía, estaba algo arrollada por los acontecimientos, el aliento embriagador de sus besos me hacía sentir más fuerte, más lleno de vigor para poder seguir besándola y acariciándola, me acerque más a ella hasta quedar encima y le bese los pechos aun por encima del vestido, una de mis manos iban por debajo de su vestido, sentía ya su coñito humedecer, sentía que empezaba a lubricarse, me pedía que no dejase de acariciarle el coño, que le estaba dando mucho placer, como gemía, pedía que no dejase de acariciarla, su coñito no dejaba de mojarse, no dejaba de lubricarse, calentarse, estremecerse, le metí los dedos por debajo de las bragas y eso la inundo de más placer, de más ganas de querer que le acariciase el coño. Mis dedos ya húmedos de tanta lubricación, no dejaban de jugar en su interior.
    
    Le sentí hasta tres orgasmos, como gritaba de tanto gusto que sentía por debajo de sus bragas y como se movía del placer de haber alcanzado unos de los clímax más excitantes de la vida, Marga me pedía que parase de hacerle cosas a su coñito, que parase que ella no se haría cargo de lo que podría suceder, me decía que parase ahora que estábamos a tiempo, pero gemía con más intensidad, con más deseo, con más ganas de que no me fuese de su interior, gemía con mucha pasión, con la liberación de sentirse deseada y acabar con las ganas reprimidas que llevase acumulada por la falta de sexo, por la falta de follar con ...
    ... alguien, por la falta de tener una polla en su coño y hacerla correr un montón de veces.
    
    Tire de las bragas rojas que llevaba cubriendo su dilato coño y la penetre, le metí toda mi verga venosa, palpitante, erecta, dura como un hierro de construcción, mi verga ya ansiosa de probar ese coño jugoso que tanto había deseado follar, le sumergí mi verga hasta el fondo, sin previo aviso, sin avisar que entraría, entro tan bien que ambos soltamos un gemido de placer, ya estaba dentro de ella, ya estaba follando el coño de la madre de mi amigo y eso era maravilloso para mí, ella me pedía que la follara más duro, que la follara más rápido, me tiraba de los pelos y me mordía los labios, no dejaba de incrustar sus uñas en mi abdomen en cada metida de verga que le daba. Estaba muy fiera, muy indomable aquella noche.
    
    No dejábamos de abrazarnos, mordernos los labios, tirarnos de los pelos, que hasta me olvide de mi dolor de tobillo, la puse a 4 patas pero le enterré la cara contra el piso de su salón. Si si, eso la puso más cachonda, eso la volvió más loca, como succionaba mi verga hacia su interior, yo se la sacaba, se la volvía a meter y más me pedía, no quería que le sacase mi verga del coño, quería que la dejase siempre adentro, se corrió un par de veces más, mis rodillas sobre los cojines del sofá, mis manos sobre su espalda sujetándola de los hombros, ella gimiendo y pidiendo que no sacara mi verga de su coño, era una escena casi porno, la ventana que da a la calle con las cortinas ...
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