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Regreso en micro con mi vecino y mi compañero (parte 5)
Fecha: 30/06/2024, Categorías: Gays Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos
... glande con placer. Mandó el video y escuchamos cómo Mateo se sobresaltaba y respondía con un mensaje: -“No me dejen afuera”. Yo seguía chupando sin importarme nada. Nico le contestó que había también para él. Al toque se vino para atrás, parándose entre nosotros y los asientos de la fila de adelante que estaban desocupados, como todo el piso inferior. Enseguida Nico le bajó el pantalón deportivo a Mateo y empezó a devorarle la pija como sabía hacerlo tan bien, mientras yo seguía con lo mío. Tras algunos minutos, levanté la cabeza y me puse a compartir la pija de mi vecino, dándome lengüetazos con Nico. Él se ocupaba de lamerle el tronco y los pequeños huevos depilados mientras yo chupaba el glande y me metía su pija hasta la garganta. Pasaba de una pija a la otra al ritmo de la velocidad del bus y acariciaba los firmes y suaves glúteos de Mateo, empujándolo a que nos cogiera bucalmente hasta el fondo. Debimos estar como media hora así hasta que notamos que el micro disminuía la velocidad y salía de la ruta. Levantamos el pantalón de Mateo, nos dio un buen morreo triple y se fue a su asiento. No dejé que Nico guardara su pija, que seguí sobando hasta que el micro entró en un parador, cuando me llamé a sosiego, resoplando agitado. -Te debo una, me susurró Nico. Al reanudar el viaje y apagarse las luces, volvimos a lo nuestro, pero invirtiendo los roles. Nos besamos y chuponeamos, hasta que me empezó a chupar la poronga, mientras yo lo pajeaba y me dijo que mi ...
... verga estaba chorreando. -Me falta un montón, le dije, le alcé la barbilla, le di un apasionado beso de lengua y le saqué una foto cuando reanudó la mamada para mandársela a Mateo que acudió presuroso. Nos besamos también con él y le empecé a chupar su pija erecta, mientras empujaba sus glúteos para que me cogiera por la boca. Luego de varios minutos se puso tenso y me dijo que iba a acabar. Me la saqué de la boca para compartirla con Nico, pero éste se la devoró solo recibiendo para sí la enésima corrida de Mateo, que fue intensa, aunque con poco semen. Nico lo retuvo en la boca y lo hizo girar a Mateo abriendo sus glúteos y lamiendo su ano con su propia leche, hasta que le puso un dedo y yo otro. Lo preparamos bien, lubricando hasta el fondo su precioso culo, mientras yo no dejaba de sobar a Nico y de pajearme. De a poco, Nico fue sentando a Mateo en su miembro hasta que se lo metió todo adentro. Mi vecino empezó a menearse sobre el regazo de mi compañero de clase, mirándome a los ojos. Me alcé apenas para besarlo y acariciarle los muslos fuertes pero suaves al tacto. Tras pocos minutos se corrió Nico en el interior de Mateo y luego de unos momentos lo levantó y me lo sentó sobre mi poronga a punto de explotar. El meneo de Mateo fue increíble y en un par de minutos me produjo un orgasmo prolongado. Nos quedaba poca leche en los huevos, así que nos secamos con unas servilletas de papel que quedaron del almuerzo y enviamos a Mateo a su asiento, tras un largo y húmedo ...