1. Mi vecina. Un fetiche embarazoso


    Fecha: 04/07/2024, Categorías: Fetichismo Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos

    ... me dispuse a hablar, pero ella, ruborizándose, se me adelantó.
    
    -Suena tan guarro. Por supuesto, de esto no he hablado con nadie... imagina que se me escapa cuando estoy con mi novio... ¡qué vergüenza!... tú que crees que debo hacer.
    
    Me tomé unos segundos para responder y dije.
    
    -Yo creo que, si esa es tu fantasía, deberías hablarlo... es difícil, lo sé, si no hablarlo, quizás al menos probarlo.
    
    -¿probarlo?
    
    -Sí, buscar a alguien que...
    
    -¿Alguien como tú?
    
    -Yo... yo te refieres a…
    
    La conversación continuó y quedamos en hacer una prueba al día siguiente que era sábado.
    
    Llegué a su casa a la hora de la comida. Marta vestía pantalones negros de andar por casa y una de esas camisetas que deja un hombro al aire. Era casual y aun así la combinación de colores de camiseta y calcetines llamaba la atención. Yo llevaba pantalones de deporte y una camisa vaquera.
    
    -He pedido pizza, coca cola y cerveza por si quieres... la cerveza me da gases. -Comentó.
    
    Comimos bastante deprisa y bastante cantidad mientras hablábamos de temas triviales.
    
    Una hora después nos sentamos en el sillón, vimos la tele durante una hora y luego, tras apagar el aparato, Marta se sentó cerca de mí.
    
    Noté que usaba colonia.
    
    -¿Estás cómodo? -me dijo.
    
    -Sí. -respondí con visible nerviosismo.
    
    En ese momento ella se acercó más y me dio un beso en los labios.
    
    -¿mejor?
    
    -Quizás otro. -dije acompañando palabras y hecho.
    
    Su boca sabía muy bien y me atreví a meter la ...
    ... lengua.
    
    -Vamos a mi habitación. -anunció.
    
    La seguí a su cuarto.
    
    Ella se tumbó de lado mientras yo permanecía de pie, echando un vistazo a la coqueta decoración. Olía a rosas.
    
    -¿No te tumbas? -me invitó.
    
    Yo me senté en la cama a su lado y la acaricié el brazo. Luego la toqué el trasero y agarré una de sus nalgas. Se sentía firme y tierna a un tiempo.
    
    Marta dobló la rodilla, se tiró un sonoro pedo y se puso colorada. El primero es el más embarazoso.
    
    El olor no era agradable, pero tampoco me disgustó en exceso.
    
    -Acércate y tócame las tetas.
    
    Yo me tumbé a su lado y comencé a sobarle los senos y ella dejó escapar un nuevo cuesco.
    
    Excitado por el ruido, la besé en la boca.
    
    Luego, instintivamente, hice que se tumbase boca abajo y acerqué mi nariz a su culo.
    
    Aspiré.
    
    Marta se mordió el labio y gimió.
    
    -Te toca. -dijo incorporándose y empujándome sobre la cama.
    
    -¿Puedo bajarte los pantalones?
    
    -Sí, estoy en tus manos. -contesté.
    
    Ella me bajó los pantalones y los calzoncillos dejándome con el culo al aire. Luego, dándome un azote me ordenó.
    
    -Tírate uno.
    
    Tarde un minuto o así. Me sentía observado por esos ojos negros. Finalmente salió. Una ventosidad larga, ruidosa y maloliente.
    
    - Qué mal huele. -dijo Marta en voz alta.
    
    Yo intenté levantarme y disculparme. Tenía la cara roja y caliente por la vergüenza.
    
    -Calla. -dijo dándome un azote.
    
    Luego metió su cara en la raja de mi culo y sacando la lengua me lamió el ojete.
    
    Mi pene creció ...