1. Trío con mi vecino y mi compañero en la cama (parte 7)


    Fecha: 09/07/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando llegamos al dormitorio franeleando y a los chuponazos, pajeándonos y metiéndonos los dedos en el culo, todos a uno y uno a todos, nos pusimos ante el espejo para vernos y turnarnos en los morreos. Me arrodillé para chuparles la pija alternativamente, mientras Nico y Mateo se besaban y acariciaban. Con una mano en el glúteo de cada uno los empujaba a cogerme oralmente o me metía sus porongas a la vez en la boca.
    
    Entre jadeos y resoplidos, tiraron los toallones sobre las sábanas, se sentaron en la cama y de rodillas no dejé de chupar sus porongas duras, que ya emanaban líquido. Nico propuso hacer la rueda como en el río, para mamarnos entre los tres, lo que hicimos con fruición, metiéndonos dedos en el culo. Cambiamos de posición varias veces durante más de diez minutos, sin llegar a eyacular por las tantas corridas que tuvimos en el día. No podíamos parar de mamarnos, así que les propuse que el que acabase primero sería cogido por los otros dos en trencito.
    
    -¿Cómo es eso?, preguntó Mateo.
    
    -El que acabe primero, se acuesta boca abajo, el que se haya comido su pija en se momento se lo coge y el otro hace de furgón de cola, así es el trencito.
    
    -¡Dale!, dijeron al unísono y nos dedicamos a chuparnos con fruición, cambiando de posición cada cinco minutos más o menos y para que durase más, nos arrodillamos para besarnos y pajearnos en cada cambio.
    
    Luego de otro cuarto de hora y cuando se nos estaban acalambrando los maxilares, empecé a sentir el cosquilleo ...
    ... previo a la eyaculación mientras Nico me la mamaba, aceleré mis chupadas a la pija de Mateo y en dos minutos acabé estremecido en la boca de mi compañero de clase, con varios espasmos, pero poca leche, aunque luego de jadear y resoplar, le seguí chupando la pija a Mateo.
    
    No podíamos parar, pero me recompuse y desarmé la rueda para acostarme como habíamos quedado, abriendo mis piernas y ofreciéndole mi ano ansioso a Nico. Él se arrodilló detrás de mí, abrió un poco más mis piernas para ponérmela muy despacio hasta meterla toda sin dificultad y con mucho placer para los dos. Sin sacarla de mi culo ávido, levantó una pierna suya a la vez, juntó las mías, abrió bien sus piernas, se reclinó sobre mí y empezó a bombearme lentamente, mientras yo miraba de reojo en el espejo cómo se meneaba su precioso trasero para cogerme.
    
    Mateo se colocó de rodillas a los lados de mis piernas juntas y pero entre las piernas ahora abiertas de Nico y se la fue poniendo también, dejando que el meneo de éste hiciera que le entrara de a poco hasta el fondo. Tras varios minutos pudieron coordinar sus movimientos, con Nico dirigiendo el compás de meta y saca, ya completamente apoyado sobre mi pecho y morreándome con desesperación, apenas dejándome respirar. Le tomé la cara, lo miré a los ojos y le pedí que me diera más:
    
    -Dame más, cógeme con todo, quiero más pija, cómo me gusta, totalmente emputecido.
    
    Nos besamos otra vez y aceleró sus embestidas, recibiendo el pistoneo que Mateo le daba por ...
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