Mi casa de playa (2)
Fecha: 12/07/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: verosoto, Fuente: CuentoRelatos
Wilker, el chico que acababa de darme la cogida de mi vida, se fue. Aún era temprano, restaban horas para que anocheciese. Entré, me di un baño y me disponía a recostarme cuando tocaron la reja de la casa. Salía a ver de quién se trataba, pensaba si era Wilker que se devolvió por alguna razón.
Al salir, estaba un muchacho muy negro, alto y fornido con cara de loco, pelón y de unos 20 años más o menos. Le pregunté un poco asustada qué quería. Me pidió agua ya que, según él, andaba sediento. Le busqué una jarra y vaso, se los llevé pero estaba intranquila, me daba miedo ese tipo... Bebió casi toda el agua, me veía con morbosidad y al bajar mis ojos, noté una fuerte erección bajo su pantalón tipo bermuda. Le miré directamente a la cara, el me observaba de arriba abajo, detallándome. Me devolvió las cosas y me dispuse a entrar a la casa cuando sentí que abrió la reja. Apresuré mis pasos hacia adentro y cuando me giré para cerra la puerta ya lo tenía allí, casi encima de mí. Asustadísima le grité que qué pasaba?, qué hacía? Él sólo me veía con lujuria, sacó su lengua y se relamió los labios, restregó sus manos y me dijo:
-Oí el show que montaste con Wilker aquí, estaba en la casa de al lado haciendo limpieza y no pude evitar escuchar todo, especialmente cómo gritabas y le pedías que te cogiera... Eres una puta, verdad? Una mujer casada que tira con cualquiera que le provoque, no? Estás ansiosa de guevo es la cosa? Mira el mío, míralo porque te lo voy a meter...
-No, ...
... n... no... po… por favor, las cosas no son así... no me hagas daño... ¡Cálmate, te lo pido!
-Daño? haha. Y no me calmo nada, estoy loco por ti, estás riquísima y eres bella... Lo que te voy a dar es una tremenda cogida porque eres una cualquiera y te gusta que te lo metan y punto, quien sea. Así son las cosas... ¡perra!
Esto lo decía mientras se tocaba su pene por encima del bermuda, ¡estaba como poseído! Yo boquiabierta le veía estupefacta, y paralizada del miedo, ante el hecho de que ese hombre me haría algo. Empecé a llorar pero eso emocionó más a mi victimario, se reía. Entonces se quitó la franela, bajó sus pantalones y quedó desnudo frente a mí, cerró la puerta de un trancazo y me ordenó que me desvistiera y no hiciera nada estúpido porque si no me iría muy mal. Aterrorizada entré en parálisis, no reaccionaba...
Así que el tipo se aproximó y de un tirón me desgarró la blusa, se fajó a besarme y chuparme las tetas con rabia y muchas ganas. Bajó mi short y empezó a manosearme las nalgas, los muslos, yo seguía en trance pero en minutos fui retornando a la realidad, deseando que llegase de repente mi esposo o Wilker para que me salvasen, pero eso no sucedería...
Así, el bicho continuaba haciendo lo que quería conmigo, me acariciaba, me besaba, me mordía, metía sus dedos por mis agujeros, hasta que, repentinamente, sentí que me mojaba en mis entrañas... Qué me pasaba? Estaba sintiendo placer de ser violada, abusada? Eso no era normal, ¡si bien he sido puta esto era ...