1. El orgullo de hacer lo correcto


    Fecha: 15/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: ogarcia, Fuente: CuentoRelatos

    ... inflexible, pasó para ambos asentando las cosas con minuciosa exactitud; la separación fue consumada y, por las atenuantes del caso, la niña quedó bajo la tutela de su tía; no fue una victoria para él, pero al menos la sabía más segura hasta que pudiera hacerse por ella.
    
    -Buenas tardes, Martha -mencionó- ¿cómo estás?, ¿cómo esta Susy?
    
    -¡Papi! -escuchó sin recibir respuesta a sus preguntas- ¡que bueno que viniste!, ¡te extrañé mucho!
    
    -Y yo a ti mi princesita hermosa -le respondió mientras le cargaba en brazos- espero y te hayas portado bien con tu tía.
    
    -Es un amor -mencionó la aludida- no hay niña mejor portada.
    
    Pasaron dentro después del arrebato, una vez en la siesta de la pequeña pudo hablar y comentar sus planes.
    
    -Sabes que tiene que estar conmigo -dijo- no me malinterpretes, eres una excelente persona, pero sabes lo que quiero a Susy.
    
    -Te entiendo -respondió con sinceridad- es mi hermana, pero debo aceptar que su pareja no quiere a Susy con ellos, no me lo ha dicho, pero sé que así es.
    
    -¿Me apoyarías en la audiencia? -dijo casi como una súplica.
    
    -Lo haré.
    
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    -¿Por qué lo hiciste? -reclamó con enojo- ¿por qué lo ayudaste?
    
    -Sabes bien que Francisco no quiere a tu hija -le respondió- Armando en cambio la adora, solo dije la verdad.
    
    -¿Haces esto porque me prefirió a mí?
    
    -Dices eso ahora porque estás dolida -mencionó al verla con marcado enojo- pero no lo voy a olvidar y después tú y yo tenemos que hablarlo.
    
    Dio media ...
    ... vuelta y la dejó sin despedirse, rumiando su frustración.
    
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    Pasaron los meses a la par del remordimiento hacia su falta, la veía solo en las ocasiones que iba por su hija y, después del enojo y la tristeza, solo llegó a sentir indiferencia por ella. Acabó por cerrar el ciclo sentimental que les unía y se sintió, por fin, liberado.
    
    -Martha -dijo al abrir ésta la puerta- ¿cómo estás?, ¿aún no trae a mi hija?
    
    -Hola Armando -respondió con una sonrisa- aún no, pero no debería tardar; pasa.
    
    -Sé que hace mucho debí decirte esto -dijo al ingresar- no lo había hecho por una u otra razón y quiero aprovechar el momento para hacerlo.
    
    -¿De qué hablas Armando? -preguntó.
    
    -Quiero darte las gracias Martha -dijo efusivo y con una sonrisa en su rostro- por todo; por tu apoyo con mi hija, por tu tiempo con ella, por estar siempre...
    
    -Sabes cuanto la quiero, no tienes nada que agradecer -mencionó esto último bajando su mirada- además, no es solo por ella que lo hago.
    
    -¿Es lo que imagino? -preguntó tomándola de sus hombros- porque si es así me harías muy feliz.
    
    Su respuesta confirmo su pregunta, se colgó a su cuello mientras se fundían en un beso que no dejaba lugar a dudas de sus sentimientos; la abrazó y de inmediato sintió lo que hacía tiempo le quitaron y no se había permitido volver a tener.
    
    -¡Martha! -se escuchó decir- ¿qué pasa aquí?
    
    Voltearon a verla sin romper su abrazo.
    
    -Lo que tenía que pasar -dijo con tranquilidad- dejaste libre a un ...