1. Mi historia con una mujer maltratada (8)


    Fecha: 15/07/2024, Categorías: Hetero Autor: Tmy456, Fuente: CuentoRelatos

    Era domingo, día de "descanso" para los dos. Me habré levantado a las 9 de la mañana para hacer mate y leer las noticias desde la compu. Ella siguió de largo hasta las 2 de la tarde. Cuando se levantó yo estaba preparando la comida. Vino y me abrazó desde atrás. Yo estaba descalzo, tenía puestos unos pantalones de jogging, y de la cintura para arriba estaba desnudo. Sentía sus pechos desnudos en mi inmensa espalda. Pasó su brazo por encima de mi hombro y acarició los labios de mi cara de una manera muy suave con sus dedos, parecían hechos de terciopelo verdaderamente. Con la otra mano y el antebrazo masajeaba mi espalda con movimientos circulares. Solté todo el aire que tenía en los pulmones por la nariz.
    
    —Disfruté muchísimo ayer ¿sabías?, dijo acercando su boca al lóbulo de mi oreja y besándolo.
    
    —Yo también cielo, aclaré revolviendo la salsa del risotto que estaba haciendo, a la vez que la miraba sensualmente de reojo.
    
    —Pero... ¿acabaste y no me di cuenta?, preguntó descolocada.
    
    —No, ¿vos notaste alguna mancha en las sábanas o entre tus piernas?
    
    —¿Entonces cómo...?
    
    —Sólo con tu disfrute, yo me estremecía.
    
    De su boca no salieron más palabras, se quedó atónita.
    
    Terminé de hacer la comida, la serví en dos platos y nos sentamos a comer.
    
    —¿Cómo es eso?
    
    —¿Qué cosa?
    
    —Eso de que sólo con verme disfrutar, vos te estremecías.
    
    —No se cómo explicarlo, es algo extraño, una sensación muy linda.
    
    —Bueno, dijo con cara de no entender nada.
    
    —¿Qué ...
    ... pasa?
    
    —No sé, es raro.
    
    —¿Qué es raro?
    
    —Que un hombre se dirija hacia mí de esta manera. Eso es raro.
    
    —¿De qué manera?
    
    —Tan... gentil, atenta, educada, amable...
    
    —Me parece que vos sufriste demasiados abusos y maltratos en tu vida.
    
    —Sí, de hecho sí.
    
    —¿Por qué?, pregunté con decepción.
    
    —No tengo idea...
    
    —¿Por qué el mundo es una basura, Anen?
    
    —No te confundas, nosotros no somos una basura.
    
    —Pero formamos parte del mundo.
    
    —Exacto, somos buenas personas, bah, yo nos noto así. No sé vos.
    
    —Sí, supongo que el mundo entonces no es una mierda gracias a nosotros.
    
    —¿Qué se yo?
    
    —...
    
    —...
    
    —Che, tengo algo para decirte.
    
    —Decime, dijo apoyando su mentón en la palma de la mano y mirándome fijamente.
    
    —Es algo que todavía no te dije y quiero decírtelo ahora que se me presenta la oportunidad.
    
    —Dale, escupílo.
    
    —Sos una mujer hermosa, fuerte, valiente y con carácter. Incluso cuando perdiste a tus viejos no bajaste la mirada, incluso cuando este hijo de puta te lastimó una banda de veces, incluso cuando yo me tuve que ir y te quedaste sola, con un montón de quilombos en la cabeza. Nunca dijiste ´no aguanto más´. Siempre seguiste para adelante. Y quiero que, en tu puta vida, cambies de opinión. Tu existencia es muy valiosa, tal vez no para las demás personas, pero para mi sí. Jamás vayas a dejarme. ¿Si?
    
    Asintió y se largó a llorar.
    
    Me levanté de la silla y fui a abrazarla, lloré junto a ella durante un buen rato. Se le caían los ...
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