1. Culo de ensueños, una diosa en la cama


    Fecha: 17/07/2024, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... podía sentir el olor de mi corrida en su aliento y me quería comer su conchita en el sillón pero ella me hizo pasar a su habitación. Era un cuarto pequeño pero bien acomodado y había una lampara encendida que nos permitía vernos el uno al otro. En la orilla de su cama le bajé ese pantalón corto para descubrir una pequeña tanga que le cubría a penas una panocha de buen tamaño. Tanga color negra la cual dejé porque me parecía le iba muy bien con su cuerpo. La acosté sobre sus hombros y me lancé a comerle esa panocha que verdaderamente latía de excitación y emanaba jugos vaginales que quería saborear. Una panocha de labios gruesos y bien afeitada y con un clítoris también de buen tamaño. Se lo chupé por algunos minutos cuando Lina explotó con un rico orgasmo y sus gemidos se hicieron presentes. Me pidió que le metiera la verga y eso hice y eso creo le expandió el placer que seguía bufando de la excitación. Esta chica estaba tan caliente y deseosa de una buena follada que no le tomó mucho llegar al cielo.
    
    Me besaba la boca y ella podía también saborear sus propios jugos. En ese momento le dije que me quería comer su culo, que verdaderamente se me antojaba. Las palabras que usé fueron literalmente que me quería comer el culo, pero ella le agregó la connotación de follarmelo. Y me respondió diciendo: Si te lo quieres follar, tienes que ir despacio… Yo también quiero que me lo folles.
    
    La puse acostada boca abajo y miré ese hilo dental de su tanga que se perdía en las ...
    ... hermosas nalgas de Lina. Lo hice a un lado y comencé con un rimming a morir. Le comí el ojete a placer, paseé mi lengua por esa abertura y Lina solo se ponía eriza de la excitación. Su concha emanaba jugos vaginales y toda su cama estaba salpicada de nuestras secreciones. Así acostada me arrodillé frente a ese culo abriéndole sus piernas y le puse el falo en el ojete. Se lo empujaba con cuidado hasta que después de varios intentos me lo atrapó su esfínter. Lina solo gimió y gimió más cuando se lo comencé a hundir. Le tuve que preguntar:
    
    - ¿Quieres que pare?
    
    - No… quiero que me folles bien el culo… que rica se siente tu verga.
    
    - ¿Te gusta que te le dé fuerte o despacio?
    
    - Como tú quieras… Fóllame el culo como tú quieras.
    
    Entendí que el sexo anal era natural para Lina y que le gustaba el sexo duro. Le gustaba en ser sometida, pero más que todo que su macho le respondiera y no la dejara a la orilla de alcanzar la gloria. Comencé con unos embates constantes y frenéticos y luego me fui por sobre ella reposando mi cuerpo sobre su espalda y le pregunté:
    
    - ¿Te gusta así… o quieres que te culee en otra posición?
    
    - Sigue así… me tienes a ese punto.
    
    Le di sin consideraciones y miraba como mi verga se hundía y aparecía del rico y hermoso culo de Lina. Me hizo sudar dándole en esta posición y de repente los espasmos y sentí como su culo vibraba sin control alguno y comenzó a decirme: Por Dios… no pares, dame que me estoy corriendo… no, no, no… no pares… que rico me estoy ...
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