1. Mi historia


    Fecha: 23/10/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... de irse para con los demás, abajo, se dirigió a un cuarto del segundo piso donde estaba el baño del que salimos. Yo lo seguí. Los demás estaban abajo por lo que el segundo piso estaba vació salvo por nosotros dos. Se sentó en la cama que había y yo me senté a su derecha. Comenzamos a hablar. De lo primero que hablamos fue de como nos sentíamos, luego la conversación se tornó sexual, sobre nuestras experiencias, (yo ya había tenido la experiencia de un trío, 2 hombres 1 mujer, nada homosexual pasó entre ese amigo y yo), hablando sobre eso después recuerdo este diálogo: -Wey, algún día tenemos que compartir una vieja-- dijo Alejandro -Ja, ja, simona wey, estaría bien perro-- dije yo, riéndome, mi pierna izquierda estaba pegada a su pierna derecha -Ja, ja, ya sé, así conozco al ******-- dijo él, y me sobó el paquete, a propósito y levemente (los asteriscos quieren decir el nombre que yo le decía a mi pene) Yo estaba con los brazos apoyados detrás de mí, por lo que no hice nada para evitar la sobada. Debo decir que dado la plática mi pene no estaba totalmente dormido pero tampoco erecto, a lo que solo quité su mano: -Aguanta wey-- le dije quitando su mano Deben saber para esto, que este tipo de tocamientos era normal entre los amigos, en broma, obviamente. Meramente juegos entre nosotros que nos sacaban y siguen sacando risas entre nosotros, nalgadas, golpe en los huevos, etc. Por lo que nos teníamos confianza. Esa sobada que me dió, empezó a despertar más aún a mi pene, y no ...
    ... quería que lo notara. -Sí, sí, al ******-- decía él, volviendo a sobar, y yo volviendo a quitarle la mano, volvió a hacerlo y se percató de que ahora yo tenía una erección. Sin dejar de sobar puso otra mano donde estaban mi botón del pantalón y lo desabrochó. -Aguanta ¿qué haces?-- viendo su mano, pero no haciendo nada, ya no hacía nada. -No lo conozco-- dijo cuando me bajaba el cierre, y ahora sobaba solo encima de mi bóxer gris de licra. Juro, lo juro, estaba yo consciente de todo lo que estaba pasando, pero no daba crédito a lo que estaba pasando. No podía creerlo. Aejandro, el mujeriego del salón, quién tiene novia, mi mejor amigo, estaba agarrándome el pene sobre el bóxer, acariciándolo, y yo ahí, dejándome. Metió su mano bajo mi bóxer y sacó mi pene, no es grande ni grueso, pero no me quejo, apenas llego a los 16 cm y no estoy circunsidado. Comenzó a masturbarme con su mano izquierda, miraba mi pene, me miró a mí mientras me masturbaba y luego siguió viendo mi pene. Lo estaba disfrutando, yo lo estaba disfrutando. Me acosté y bajé un poco más mi ropa para sacar mis huevos. Él seguía masturbándome, con su mano izquierda. Pareció un largo rato que ya llevaba haciéndolo, y lo veía, y lo disfrutaba. Como estaba un poco arqueado, puse mi mano izquierda en su cabeza y lo direccioné hacia mi pene bien erecto. Me comenzó a dar sexo oral. Solo sentí humedad en mi pene, a decir verdad no sabía él lo que hacía pero yo sentía todo. Como intentaba con su lengua ponerla alrededor de mi ...
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