1. Y yo que pensé que era asunto finiquitado...


    Fecha: 20/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Tita, Fuente: CuentoRelatos

    ... completamente caídas por el paso de los años.
    
    -¡Tú también! –le dije acariciando sus huevotes con una mano y jalándole el tronco con la otra, la cual me quedó llena de presemen que Moisés seguía goteando.
    
    Lo tumbé en la cama y me subí en él, metiéndome apuradamente su enorme falo. Cabalgué hasta venirme, mientras él me jalaba las tetas.
    
    -¡Ah, negro, sigues igual de rico! -dije antes de dejarme caer sobre él.
    
    Me permitió descansar sobre de él, aun con su herramienta firme en mi interior. Pero no fue mucho tiempo, pues sin soltarme del abrazo, me dio la vuelta y quedó sobre mí. Se movió pocas veces, pero muy rápido. En breve cerró los ojos y me apretó fortísimo mientras eyaculaba tres abundantes chorros gritando “Ah, ah, ah” ¡Qué rica estás! Otra vez, sin sacarme el pene, aunque estaba flácido, nos volteamos y quedé sobre él sintiendo el sudor de nuestros cuerpos y arrullándonos con los latidos, cerramos los ojos, tratando de dormitar.
    
    -¿Con cuántas has hecho el amor estos cinco últimos años? –pregunté al tiempo que mi perrito lo trataba de exprimir.
    
    -Seguro que con menos que tú en el último mes –contestó y yo sonreí.
    
    -Desde hace años, ya sólo tengo cuatro amores fijos, y mi ninfomanía casi se esfumó –contesté.
    
    -¿A qué te refieres con “amores fijos”? –preguntó extrañado.
    
    Sí, en treinta años habían cambiado muchas cosas. Moisés supo que Saúl me permitía hacer el amor con otros, pero no se enteró que me quedé enamorada de cinco o seis, y ellos de mí, ...
    ... con los cuales nos veíamos periódicamente. Lo enteré de cómo cambió mi relación con Saúl para mi bien, aunque también le hice ver que mi marido seguía de “pito suelto” con muchas de sus exalumnas y otras amigas, entre ellas Regina, lo cual me provocaba unos celos tremendos.
    
    -¡Ja, ja, ja! –se rio y movió su verga dentro de mí, la cual ya había empezado a crecer-. ¿Y de esto no le darán celos a él?, ¡ja, ja, ja!
    
    Continuó riéndose y me acomodó para metérmela por atrás, embadurnó su miembro en los flujos y su leche que rebosaba en mi vagina y lo sacó para metérmelo en el ano. A pesar del tamaño, se me fue como mantequilla y sólo sentí un leve dolor que se convirtió en placer cuando empezó a menear mis intestinos. ¡Qué negro tan puto! ¡Sabe cómo coger! nos vinimos y quedamos acostados de lado. “¡Qué empalada tan rica!”, le dije moviendo mis nalgas y acariciando sus manos que no me habían soltado las tetas para nada y continuaban masajeando mis pezones al estirarlos y moverlos en círculos.
    
    -¡Tú sigues muy rica, Tita! Tus chiches son muy hermosas –me dijo al oído.
    
    -¡No mientas, ya están todas caídas! –exclamé
    
    -Sí, pero eso es por la edad, no obstante, eres muy hermosa, y en la cama lo eres más…
    
    Aún hubo tiempo para otro “clinch” en la ducha. Salimos cansadísimos y satisfechos.
    
    -Oye, aunque no estés enamorada de mí, ¿me puedes incluir entre tus atenciones periódicas? –Me preguntó antes de que yo abordara el convoy que me correspondía.
    
    -¡Claro que sí, tienes ...