1. Fede y Luli en el jacuzzi. Yo en la ducha con Ema (parte 6)


    Fecha: 21/07/2024, Categorías: Intercambios Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    Mientras Luli meneaba su cuerpo sobre las piernas de Fede, con su culo ensartado en la pija de nuestro amante, yo estaba sentado al lado de ellos y me besaba con ambos sin dejar de mirar de reojo el cuerpo mojado y enjabonado de Emanuel, éste terminó de enjuagarse, cerró el grifo y buscó una toalla, pero las teníamos nosotros.
    
    Fede me pidió que le alcanzara una y que lo ayudara a secarse, mientras él sobaba los pechos de mi novia y alzaba sus caderas para encularla bien a fondo y ella berreaba como una oveja en celo. Acudí presto a llevarle un par de toallas a Ema, le di una y me quedé con la otra para secarle la espalda. Estábamos los dos al palo, así que lentamente le fui secando la espalda, luego las nalgas, bajé por las piernas torneadas y me arrodillé para llegar a sus tobillos, terminando de frotar de nuevo sus nalgas estrechas, firmes, redondas y torneadas como un durazno.
    
    Me di vuelta para observar que Luli seguía su meneo sobre su semental y reclinaba su cabeza sobre su hombro para besarlo con lujuria mirándonos de reojo y Fede le sobaba los pechos con una mano y con la otra le acariciaba el clítoris, haciéndola estremecerse de placer.
    
    Fede dejó unos segundos la boca de mi novia para decirle a Emanuel que girara hacia nosotros, éste respondió con voz ahogada que le faltaba secarse las piernas y Fede dijo que no importaba, que yo lo ayudaría. Emanuel se dio vuelta con la toalla tapando su erección, que quedó a la altura de mi cara y procedí a secarle las ...
    ... piernas por la parte delantera hasta que llegué a la entrepierna, lo miré a los ojos y le pedí que se sacara la toalla, por favor. Como dudó, despacio se la fui sacando de las manos y su pija parada y recta dio contra mi mejilla.
    
    -Perdón, me dijo, avergonzado.
    
    Le respondí que no se preocupara, que yo me ocuparía y así lo hice enseguida, engulléndome su glande para lamerlo y chuparlo como un chupetín, a lo que el chico dio un respingo, suspiró fuerte, cerró los ojos y levantó la cara hacia el techo. Sin dudar, me apoderé de sus glúteos de ensueño y me fui tragando lentamente su poronga que ya emanaba líquido pre seminal.
    
    Chupé, lamí y tragué el manjar que se me ofrecía repetidas veces como si fuera un helado a punto de derretirse, sin dejar de mirar su cara por un par de minutos, hasta que se puso tenso y empezó a jadear.
    
    Está a punto de caramelo, pensé, y le apreté bien fuerte con dos dedos la base de su miembro para evitar que se corriera enseguida. Gimió y jadeó de nuevo, pero pude contener su eyaculación a duras penas, ya que un poco de semen llegué a chupar y tragar.
    
    Mientras le lamía el glande de nuevo que me sabía a gloria, normalizó su respiración, bajó la vista, me miró a los ojos y me tomó de la cara para que se la siguiera chupando, a lo que me dediqué con total empeño. Pasé del glande a comerme su tronco hasta el fondo varias veces, alternando con chupadas a sus huevos redondos y suaves, y llevando mi lengua hasta casi su agujero trasero, provocándole ...
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