El voyeur
Fecha: 23/07/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Carmen Van Der Does, Fuente: CuentoRelatos
Aquí estoy una vez más amparado en la oscuridad. Aprovecho la nocturnidad para espiar las vidas de los demás. A veces es una viejecita dando de comer a su jauría de gatos, otras el grupo de amigos celebrando el gol de su equipo, pero esta noche es distinta. Hoy me fijo en esa chica rubia de la quinta planta, que se pasea por su apartamento casi desnuda. La camisa de corte masculino que lleva como única prenda, deja ver unas bonitas piernas. Se pone de puntillas para alcanzar algo del mueble de la cocina. Un culo perfecto oculto a medias por unas braguitas blancas. El movimiento de sus pechos al caminar me descubre la ausencia de sujetador. Alguien parece que toca a su puerta.
De un salto se ciñe con sus brazos al cuello de su visitante, un joven con un porte imponente. Rodea la cintura del hombre con sus piernas, y mientras él la sujeta por el culo, se funden en un beso prolongado. Esto promete, espero que no apaguen las luces. El tabique del edificio me impide la visión por unos instantes mientras ellos caminan desde el pasillo al salón del apartamento. Ajusto la lente del visor que me permite ver a gran distancia. Ella está ahora sentada en la mesa, y su amante no deja de besarla mientras sus manos se cuelan por debajo de la camisa de la chica. Ella mueve la cabeza para exponer su cuello a la boca de él. En esa posición intuyo la erección abriéndose paso entre las piernas de ella. Me estoy excitando por momentos y tengo que cambiar de posición. De un tirón ella le abre ...
... la camisa a su amante, le desabrocha el cinturón, los pantalones caen dejándome ver un cuerpo musculado, definido y brillante. Él no parece tener prisa. Las manos de la rubia se meten por debajo de los bóxer del David de Miguel Ángel, aprieta sus nalgas, sus piernas blancas se enredan en la cintura del chico, y contrastan con el moreno del hombre. Él pasa a la acción.
Se quita sus bóxer y por el visor puedo verle. Un precioso culo redondo, respingón, unas espaldas anchas, brazos fuertes, y sobre todo una verga que desafía la gravedad. Una hermosa polla de un tamaño justo, nada de exageraciones propias de leyendas urbanas. Sin perder el tiempo, despoja a la mujer de su vestimenta primero y de sus bragas después, tumbándola boca arriba sobre la mesa de la sala. El joven se agacha, y mientras ella apoya sus pies sobre las espaldas de su amante, mete su cara entre las piernas de la hembra. El arqueo de su espalda y la boca entreabierta, delatan que su coño está siendo devorado por el Hércules. Se masajea los pechos, mueve la cabeza, no me hace falta imaginar el placer que tiene que estar recorriendo el cuerpo de esa mujer. La escena ocupa el marco redondo de mi visor, lo accesorio no importa, no existe...lo único que vale es la escena de una hermosa mujer recibiendo placer de su amante.
Se pone de pie él, se baja de la mesa ella. Intercambian las posiciones, es el hombre el que se apoya en la mesa y ella se agacha hasta tener frente a su cara el erecto falo. Ahora es ella la ...