1. El voyeur


    Fecha: 23/07/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Carmen Van Der Does, Fuente: CuentoRelatos

    ... que deleita al hombre con una parsimoniosa mamada. El movimiento de adelantar y retrasar la cabeza, lo acompaña con una masturbación que hace que él eche hacia atrás la cabeza. Veo la tensión de sus músculos a la par que la felación se hace más rápida. Acompaña los movimientos de la cabeza de la rubia colocando una mano en su nuca, mientras sigue apoyado en la mesa con la otra. Yo me sigo calentando por momentos. La desesperación parece que invade los dos cuerpos. El aparente poco interés que él tenía al principio, se vuelve ansia.
    
    La coge en volandas y ella se sujeta a su cuello. La apoya contra la pared y la penetra con violencia. Ella grita, sólo espero que ese apartamento esté bien insonorizado. Distingo perfectamente los movimientos de la pelvis masculina empujando contra el cuerpo de la muchacha. El cuerpo de ella se bambolea, sus tetas bailan sin control, parecen estar diciéndose algo. Imagino la conversación más soez posible. La acción dura bastante, “menudo aguante que tienes cabrón” me digo a mí mismo. Aquello no parece tener fin, y los nervios me invaden. La deja en el suelo, y ella le regala otra mamada, esta vez con un pene embadurnado de sus flujos.
    
    Con decisión pero sin violencia, la levanta y la apoya contra la ventana. Esta vez los tengo de frente. ”¡Joooderr!”, pienso de nuevo. La está empotrando por ...
    ... detrás. La cara de ella delata estremecimiento, placer. Con las manos apoyadas sobre el cristal de los ventanales, deja el suficiente hueco para que las manos de él aprieten sus pechos mientras la folla con energía. Las embestidas se vuelven violentas pero entrecortadas, marcando perfectamente el movimiento, lo que delata una eyaculación. Las gotas de semen caen desde la verga al suelo una vez que la sacó del interior de la chica... La luz del salón del ático superior se encienden. Entra un grupo de hombres todos vestidos de oscuro. En el centro otro hombre de pelo canoso, barba y también trajeado. Enfoco el visor.
    
    -Base, aquí rojo 1 -dije por el micro de mi radio portátil-.Tengo al objetivo, disparo limpio. Cambio
    
    -Rojo 1, aquí base. Adelante. Roger.
    
    -Base, aquí rojo 1, recibido alto y claro. Cierro.
    
    Fijé de nuevo el visor. La cara de mi objetivo estaba en el centro de la cruz. Moví el cerrojo de mi fusil Accuracy de 7,62, el cartucho entró en la recámara y volví a fijar a mi objetivo. Quité el seguro, contuve la respiración y apreté ligeramente el gatillo. El silenciador apagó el sonido de la detonación, y al instante pude ver como el hombre caía abatido de un disparo certero en la cabeza. Me arrastré por el suelo de la azotea para no delatar mi posición y me fui por la escalera de incendios.
    
    Lo demás ya no importa. 
«12»