1. El hijo de mi vecina


    Fecha: 24/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: manuherrera, Fuente: CuentoRelatos

    ... tapándome las tetas. Él no lo podía creer. Al final ya me fotografiaba desnuda, sin taparme.
    
    Me acerqué, le bajé el short y su pija salió a la luz. Enorme, venosa, gorda... una de las pijas más lindas que vi.
    
    Lo llevé al sillón lo senté y me senté sobre sus piernas.
    
    Y: Contame, ¿y qué te imaginas cuando te pajeas?
    
    R: Que nos besamos apasionadamente. Luego te chupo esas tetas tan hermosas que tenés. Que me chupas la pija... que te cojo sin parar... que te acabo en la boca litros de leche caliente. Que te chupo la concha y explotas del placer.
    
    A todo esto, yo ya estaba visiblemente mojada, excitada.
    
    Y: Uff pendejo pervertido, para un poco que me excitaste mucho.
    
    Y sin decir nada más lo empecé a besar con lujuria. Le agarré la pija y lo empecé a masturbar mientras él me manoseaba las tetas. Nunca separamos nuestras bocas y lenguas. Cruce una pierna para cada lado quedando mi concha frente a su pija. Empecé a refregarme mientras seguíamos besándonos.
    
    Luego de un rato me separé y fui directo a chuparle la pija. Primero la cabeza, luego toda la pija. Le chupaba los huevos, le masajeaba el ano. Él gemía como loco y me agarraba de la cabeza intentando asegurar que no me escape. Cuando me dijo que estaba por acabar, me la metí toda en la boca y presioné su ano. Explotó dentro de mi boca. Litros de leche ...
    ... caliente desbordaban y caían en mis tetas. Un semental había acabado en mí. Tragué todo lo que pude. Él estaba rendido viendo la escena.
    
    Su pija en ningún momento se achicó. Seguía dura como un mástil. Ahí supe que mi fantasía se iba a hacer realidad. Estaba frente a una maquina sexual.
    
    Me subí sobre él y me la metí en mi concha. Comencé a cabalgarlo gimiendo como una puta.
    
    Y: Si Rami, dame duro. Que hermosa pija que tenés
    
    R: ¡Resultaste bien puta Lore! Cabalgame yegua!
    
    Sus palabras agresivas me calentaban más aún.
    
    Y: ¡Si, soy tu puta! ¡Dame duro! Aaah
    
    R: ¡Toma puta toma!
    
    Y: ahhh mi maquina sexual. Sos mío de ahora en más!
    
    Me acabó adentro. No me importaba nada. Ese día me hizo acabar 15 veces. Había encontrado al hombre perfecto. Nuestras fantasías se complementaban y llevadas a la realidad solo tenían como resultado lujuria total.
    
    Cuando llegó mi marido me cambié y fui para casa. Le dejé de regalo la tanga a Ramiro para que me recuerde.
    
    Semanas después, me encontré con María y hablando me contó que estaba preocupada porque Ramiro se iba a tomar un año sabático. No iba a empezar la facultad. Me contó que por las mañanas iba a comenzar a ir al gimnasio.
    
    Al día siguiente, 9am sonó el timbre. Era Ramiro.
    
    Ese año fue el mejor de mi vida. Cogía todas las mañanas y tenía 10 o 15 orgasmos. 
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