1. Mi paso de hetero a gay pasivo


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Gays Autor: marsiss, Fuente: RelatosEróticos

    Tengo 27 años y quiero contaros una experiencia de mi vida sexual. Antes de empezar, me gustaría aclarar que absolutamente todo lo que cuento aquí es real, no me estoy inventando nada. Disfrutadlo.
    
    Desde siempre me han gustado las mujeres, ver los cuerpos de mujeres lindas me excita y me produce placer imaginar que estoy con ellas, lo que yo diría que es lo típico en los hombres heterosexuales.
    
    Ahora bien, he de decir que siempre me ha gustado experimentar con mi cuerpo a la hora de autosatisfacerme, por lo que ya desde bastante pronto probé a introducirme dedos y algunos objetos por el ano, como lápices o bolígrafos. La mayoría de las veces que lo hacía, simplemente los introducía y dejaba que ejercieran su presión ahí dentro, de modo que cuando me tocaba el pene se sentía mucho más placentero por esa presión. Yo nunca asocié ese deseo de introducirme cosas por el culo con deseo de ser penetrado, pero el caso es que lo solía hacer de vez en cuando para salir de la rutina y darme el gusto.
    
    No recuerdo bien cuándo sucedió ni porqué, pero el caso es que llegó un momento en el que cuando veía vídeos porno, empezaba a sentir deseo no solo por la mujer de turno, sino también por la polla del hombre. Viendo sabrosas mamadas a pollas espectaculares, empecé a querer saborearlas yo también, empezando a creer que yo sentiría placer chupando una polla, el mismo que debían estar sintiendo las mujeres a las que veía hacerlo.
    
    Ese deseo fue creciendo en mí cada vez más y más, y ...
    ... durante largo tiempo solo veía vídeos de mamadas, deseando ser yo el que tuviera esas grandes pollas en mi boca. Podía sentir cómo entraban lentamente rozando mi lengua y mi paladar llegando suavemente hasta mi garganta pudiendo tragármelas completamente y haciéndoles garganta profunda. Sentía placer al imaginar que entraban dentro de mi esófago y que yo me movía adelante y atrás permitiendo así que me follaran la boca. Desde entonces ese deseo nunca desapareció.
    
    No solo no desapareció sino que fue aumento. Llegó un momento en el que no solamente sentía placer al ver cómo esas mujeres preciosas hacían una mamada, sino también cuando eran penetradas. Empecé a sentir el deseo de ser penetrado. Veía a las mujeres sentir tanto placer cuando eran penetradas que yo tuve ganas de sentir esa misma sensación pues, al fin y al cabo, yo seguía con mis masturbaciones introduciéndome cosas dentro del ano, así que si un pequeño objeto me producía ese placer, no podía ni imaginar lo que sentiría con una polla dentro de mí.
    
    Así fue que decidí experimentar más con mi ano, y me masturbaba cada día introduciéndome uno o dos dedos y moviéndolos frenéticamente dentro y fuera de mi culo mientras me machacaba la polla. La sensación era tan placentera que decidí dar el siguiente paso.
    
    Recuerdo que me pasaba el tiempo mirando diferentes pollas de plástico preguntándome cuál encajaría mejor conmigo, sabiendo que yo era algo novato en esto debería no ser muy grande, pero tenía ganas de sentir ...
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