1. Mi paso de hetero a gay pasivo


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Gays Autor: marsiss, Fuente: RelatosEróticos

    ... algo enorme dentro de mí. Miré diferentes páginas web donde poder conseguir pollas de plástico. Me imaginaba el tiempo que podía pasar cabalgándolas, trotando encima de ellas sintiendo como mi interior se abría a su paso, y decidí comprarme una polla de 15 cm, una bastante normal para empezar. No era especial para el ano, pero era muy realista y tenía ventosa, por lo que podría disfrutarla enormemente.
    
    Recuerdo que cuando llegó el paquete a casa mi corazón latía aceleradamente, sentía el deseo y el placer de que el momento estaba cerca, el momento de ser penetrado por algo con tamaño y forma realista. Junto con la polla compré también lubricante anal para poder disfrutarlo de verdad.
    
    Nada más llegar el paquete lo abrí con manos temblorosas y pude ver el gran tamaño de ese objeto, ese que en cuestión de minutos iba a estar dentro de mí. Lo primero que hice fue llevármelo directamente a la boca. Ese simple gesto produjo en mí una explosión de placer. Pero no era suficiente, yo quería experimentarlo hasta el final, por lo que limpié bien el juguete y tras rociarlo con algo de lubricante y dejarlo bien empapado, me lo lleve de nuevo a la boca sintiendo cómo mis glándulas salivales se activaban. En ese momento me lo llevé bien adentro, llegando hasta mi garganta. Sentí una presión muy grande,
    
    pero la necesidad de ir más adentro pudo con el miedo y empuje con todas mis fuerzas tragándome la polla por completo. La sensación fue una mezcla de dolor y máximo placer: por fin ...
    ... lo estaba consiguiendo. Estaba en el camino de conseguir eso que llevaba tanto tiempo deseando.
    
    Pasé al siguiente paso: lo clavé en el suelo y lo volví a rociar entero con lubricante llenando también mí ano de ese jugoso líquido. Me puse sobre él. Mi corazón palpitaba con una rapidez que casi nunca había sentido. Sabía que tenía que ir con cuidado, así que fui descendiendo poco a poco, sintiendo la punta del juguete con mi ano. Empecé a jugar con suaves movimientos, permitiendo que se abriera lentamente, algo qué ocurrió rápido ya que yo estaba muy excitado. Así pues, comencé poco a poco a descender y a intentar introducirlo dentro de mí. El glande entró de repente acompañado de una descarga de puro placer que me hizo dar un pequeño grito, pero no sentí dolor así que seguí bajando, introduciendo más y más dentro de mi cuerpo, hasta que tenía todo el juguete dentro de mí.
    
    Sentir que había llegado al final y que estaba entero dentro fue una sensación indescriptible, en ese momento sabía que podría hacer lo que quisiera con ese juguete, y que mi cuerpo lo iba a resistirlo y disfrutarlo. Así fue como, por pura intuición y dejándome llevar por la sensación, como si mi cuerpo reaccionara ante el acto más natural, comencé a mover mi cuerpo arriba y abajo, sintiendo como cada centímetro de esa polla rozaba toda mi piel interior y masajeaba lo más íntimo de mi cuerpo.
    
    De cierta forma sentía que mi cuerpo me decía que eso que estaba haciendo era para lo que estaba diseñado. ...
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