1. Anatomía de una mamada en un café


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Sexo Oral Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando vi el reloj faltaban cinco minutos para las ocho, dejé mi bata le di un último trago a mi botella de agua helada tomé mi bolsa saque el labial y di un retoque a mis labios en el espejo del baño de mi consultorio, puse un poco de perfume, acomodé todo de nuevo en mi bolso, comprobé que traía un poco de efectivo y echando mi bolsa al hombro salí del lujoso espacio donde ejerzo mi profesión, me despedí de Jessica quien también estaba preparando sus cosas para ir a casa.
    
    —Recuerda cerrar con llave cuando salgas Jess.
    
    —Sí, descansa, nos vemos mañana.
    
    —Gracias, igualmente!!!
    
    Llevaba algunos minutos de retraso para encontrarme con mi hermana y algunas amigas en el café Zaragoza, no es que siempre fuera impuntual, pero en cada ocasión algo se me atravesaba y por eso llegaría de nuevo tarde, aunque a estas alturas de nuestra amistad y de nuestras reuniones lo que les causaría preocupación sería que yo llegara a tiempo.
    
    Salí al estacionamiento, pero no fui a mi automóvil, observé con admiración los enormes robles que dan sombra y refrescan el lugar ese lugar me calma y refresca, me relaja y hace que sienta paz, me gusta pasar ahí cinco minutos antes de entrar a trabajar y después de para despejar mi mente.
    
    Luego de mis cinco minutos recorrí caminando como de costumbre las tres cuadras desde el consultorio hasta el café, camine sin prisa disfrutando del aire fresco de la tarde, mirando las fachadas de los negocios que hay por la zona, algunos muy modernos ...
    ... que contrastan con las más tradicionales que aún se pueden ver por la zona.
    
    Todavía no llegaba al café y sonreí de placer descubrir el cabello rojo de Elsa en una de las mesas que dan a la calle, nos gusta esa mesa por varias razones, en tiempos de calor el poco aire que llega de la calle aminora el bochorno de los calores, tiene vista a la entrada del local y así podemos ver quién entra o sale y disfrutar cuando algún buen mozo nos interesa y darnos un taco de ojo e incluso hacernos notar si queremos que se arrime a la mesa.
    
    Cuando llegue a la mesa vi que ya estaba Susana, Débora y mi hermana Esther ya solo faltaba yo.
    
    Unas papas locas, botana de carnes frías y queso acompañadas por un capuchino helado fue el pretexto ideal para la charla fluida entre las cinco amigas.
    
    Estábamos emocionadas planeando un viaje de una semana para ir a visitar a Mariela mi otra hermana, todas estábamos como adolescentes planeando una travesura excepto Esther que se miraba preocupada.
    
    De repente mi hermana me preguntó que cómo podría hacer para que su marido no se pusiera en modo difícil para poder ir con nosotras.
    
    —¿Cómo haces para que no se enoje Paco?
    
    Lo primero que se me ocurrió fue decirle que le hiciera una mamada que lo dejara con ganas de más y que le prometiera que eso no era nada comparado con lo que le haría a su regreso.
    
    Imaginen la cara de mi hermana la santurrona, tan tradicional que imagino solo folla en posición del misionero y solo si los niños ya se ...
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