Sumisión en la cárcel
Fecha: 23/10/2018,
Categorías:
Gays
Autor: luisjose1985ab, Fuente: SexoSinTabues
Mi pulso se había acelerado desde el momento que vi el recinto. Las esposas en mis manos habían sido una tortura en el camino, ahora era una pequeña molestia comparado a lo que sentía en el estomago y ese sudor frio que casi logra hacerme perder el control. -Debo ser fuerte- Me dije a mí mismo. El palpitar constante en mi pecho y la falta de percepción como si no creyera esta realidad. El protocolo no me afecta en nada solo era un cuerpo dispuesto a hacer lo que me dijeran, muchos de los que iban en el autobús sabían que desde ahora había que estar atento a todo, era una ley de vida o muerte pero yo estaba un poco ajeno, simplemente no estaba. Caminando uno tras de otro, recibiendo las ordenes para entrar en las celdas más de uno había echado a llorar. -Huele a carne fresca-Gritaba un moreno con la cara cortada y con pinta de adicto a la cocaína. -Que ricas las perras nuevas. -Prepárense a mamar guevo- Soltó un joven cerca de donde pasábamos los nuevos reclusos. La primera impresión al llegar a mi celda fue la de un hueco oscuro de no más de 2x3 metros, pintada de gris para disimular la suciedad del lugar, función que no cumplía. Una litera con colchones delgados, una poceta casi marrón, unos cajones en la pared que hacían las veces de closet, lo que quedaba de un lavamanos y un sujeto de 45 años, bastante fornido y con barba de varios días acostado en la parte de abajo de la litera. -Te presento a chiquitín-Dijo el guardia sonriente mientras me hacía entrar a mi nuevo hogar. ...
... Entre a la celda y en aquel momento no sabía qué hacer, si sentarme o no, quedando entre la litera y la pared paralizado. -Bienvenido a mi… nuestra humilde jaula-Dijo Chiquitín mientras sonreía y alzaba mi mano para estrecharla. -Me llamo Diego pana-Dije con simpatía-Se ve cómodo todo ¿no?. -¡Ja! Acostúmbrate panita que los hoteles 5 estrellas se han ido a la mierda. Más allá del ambiente de estar en una cárcel, el trascurso del día fue bastante tenso. Mi compañero, una persona típica considerando las etiquetas que cada quien crea y la gran parte que pone la sociedad se comportaba excelente. Todo es una incógnita, las caras, los grupos, las manos en los bolsillos y hasta la comida. Mis instintos se habían activado- no daré un paso en falso-pensé. La comida había sido lo más insípido que había probado en mi vida pero era lo que había y así me hizo saber mi nuevo compañero quien me presento a varios amigos, aunque dos señores en especifico fueron de más relevancia que los otros, uno mayor llamado abuelo y Pacho, 71 y 40 años respectivamente. Con ellos estuve hablando bastante rato. -Cuando llegue el momento joven, no te resistas o si no te ira peor- Dijo el mayor viéndome fijamente a los ojos, como un abuelo hablando con su nieto. Sentí miedo. Solo me quedo asentir mientras una sensación en el estomago me descontrolaba un poco la mente. En la tarde, nos llamaron a las ducha. -Mantente atento y trata de no alejarte de mí-Dijo Chiquitín-Como sabrás lo que dicen en la calle no es ...