1. Sumisión en la cárcel


    Fecha: 23/10/2018, Categorías: Gays Autor: luisjose1985ab, Fuente: SexoSinTabues

    ... casi nada diferente a lo que pasa. Ya en las duchas, me sorprendí cuando ninguna de ellas tenía puerta aunque pensándolo más tarde era estúpido creer lo contrario. Iba pasando de una en una junto a Chiquitín hasta llegar a las elegida por él, que no estaban muy lejos de la puerta y por consiguiente a la vista de dos guardias que hacían las veces de vigilar. Confiar en un recién conocido es una locura pero es que una vez que estas adentro todo cambian, hasta las miradas cambian. El ruido del agua y de la camarería se hacía sentir en el lugar que estaba lleno. Trataba de no ver mucho a nadie o por lo menos disimular que era el nuevo aunque de seguro todos se habían dado cuenta. El color, olor y la cara de inadaptado era un gran problema y yo lo sabía. Cuando entre a la ducha y agarré el jabón, la piel blanca y los músculos de mi cuerpo no pasaron desapercibido, casi se me cae el jabón de los nervios que trataba de disimular y bueno eso me puso un poco más torpe. Desde que había entrado al baño había sido uno de los centro de las miradas y de verdad que desafortunado era aquello, al segundo de abrir la llave vi como se dirigía hacia mí un carajo como de 30 años a mi ducha. Como sabrán no sabía que hacer, quería correr pero no podía mover un musculo. Chiquitin previendo la situación entro a mi cubículo y rápidamente se lanzo desnudo a comerme a la boca cosa que instantáneamente me provoco asco y rechazo, pero como pudo me inmovilizo contra una pared evitando que los mirones se ...
    ... alertaran y luego de unos minutos siguieran a lo suyo, en busca de su presa. Estuve un rato bajo el agua fría esperando que mi nuevo amigo terminara de hacer conmigo lo que quisiera. El agua fría recorría nuestros cuerpos totalmente pegados y algo entre los dos crecía y no era amor era el guevo de chiquitin que poco a poco había alcanzado proporciones que nunca había visto. Yo sentía el tacto de su verga e intentaba desatarme pero todo era en vano. Pareció una eternidad, hasta que chiquitín me jalo y juntos fuimos hacia unos bancos de cementos un poco más adentro del lugar para colocarnos la ropa el relajado y yo desconcertado, algo molesto hecho mierda y rojo como un tomate. Como un zombie salí de la ducha con mi compañero camino a unos bancos y pude notar los diferentes cuerpos porque por pena no podía mirar a la cara, habían flacos, normales, negros que parecían camiones y que de un solo coñazo me mandarían a la luna, reí internamente por mi ocurrencia para no caer en el piso muerto de la ansiedad. Cuando estaba colocándome la ropa miro hacia al lado derecho llamado por unos gemidos ahogados, pude ver como dos hombres tenían sexo a vista de todos. Uno de los señores con los que había venido en el autobús estaba gimiendo con las piernas abiertas y las manos en el piso y el sujeto que se había acercado a mi ducha agarrándolo por la cintura metiéndole una y otra vez una verga negra de mediano tamaño mientras los bañaba el agua, otro sujeto bastante flaco esperaba su turno ...
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