1. Sorpresa en el almacén


    Fecha: 30/07/2024, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Iba caminando tranquilamente por el almacén de mi trabajo.
    
    Esa semana tocaba hacer inventario y estaba revisando los últimos envíos que habían llegado. Llevaba poco tiempo en la empresa, tenía 22 años, acababa de salir de la universidad y era el primer trabajo que tenía. Estaba un poco verde, y para que fuera aprendiendo las tediosas tareas que se desarrollan en una oficina me mandaban a hacer los trabajos que nadie quería, en este caso, hacer inventario. La tarea era tan aburrida que me encontraba a solas en el almacén, quitando de algún operario ocasional que pasaba a recoger material.
    
    Saliendo de entre unas estanterías vi de refilón a Sara, que me miró con cara de vergüenza y yo reaccioné de la misma manera. La semana anterior tuvimos un encontronazo accidental en el baño. Resumiendo, me vio la polla mientrabas meaba. Me quería morir de la vergüenza, para un par de meses que llevo trabajando ahí y la tetona de la empresa ya me había visto la polla. Encima mientras meaba, no pudo apreciar mis 19 cm de polla erecta. Una pena.
    
    Seguí con el trabajo, y contrastando el material con los albaranes, faltaba 1 palé entero de recambios y no tenía constancia de ninguna salida de material. Mierda no cuadraba, por lo tanto me tocaba hacer de detective para descubrir donde había ido el palé. Salí del pasillo de estanterías en el que estaba y me dirigía a la oficina, cuando, pasando por delante de otro pasillo, vi a una mujer. En la oscuridad solo veía la silueta y no veía quien ...
    ... era, pero si lo que estaba haciendo. Tenía la mano dentro de su pantalón y se estaba masturbando.
    
    Me quedé petrificado con la escena y con los nervios dejé caer la carpeta que llevaba. Eso hizo que la mujer saliera de entre las sombras y estirara de mi camisa empujándome hacia el interior del pasillo. Era Tania, tenía 33 años y un culo enorme para lo delgada que estaba, tetas pequeñas y muy guapa.
    
    - Mierda, ¿qué haces aquí? - Me empotró contra la esquina del fondo del pasillo.
    
    - Estaba haciendo invent... - Me interrumpió cuando estaba acabando la frase.
    
    - Me da igual, tú eres el nuevo ¿verdad? El de la polla grande. - Su mano se apoyó en mis abdominales.
    
    - ¿Qué? No. - Mierda Sara se lo habría dicho.
    
    - Sí lo eres, Sara me dijo que te la vio y la tenías enorme. - Sí, Sara se lo había dicho. - Sácatela, quiero verla.
    
    - Ni de coña. - Joder estaba buenísima pero no quería perder el trabajo, por follarme a una de las adminitrativas.
    
    - Sácatela o le digo a todo el mundo que me has atacado. - Su mano derecha seguía en mi barriga pero su mano izquierda bajó hasta su entrepierna y empezó a frotarse.
    
    - Mierda. - Desabroché mi pantalón y me la saqué, con las situación la tenía a media asta.
    
    - Joder sí que es grande. Tienes que follarme. - Me la cogió con la mano derecha mientras con la otra se seguía masturbando.
    
    - ¿Qué? No. - Ya tenía la polla dura como una piedra y Tania me empezó a masturbar. Subiendo y bajando la mano lentamente.
    
    - Estoy demaisiado ...
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