1. Sorpresa en el almacén


    Fecha: 30/07/2024, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... incluso con lo mojada que estaba. Ella gemía y yo le iba dando azotes., cuando oímos una voz.
    
    - ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? - Alguien gritó en el almacén. Mierda, era semana de inventario no tendría que haber nadie. Nos quedamos quietos, yo aun con la polla dentro de Tania. - ¿Hola? - Repitió la voz masculina.
    
    Era Felipe, un operario. Me había olvidado de los operarios. Caminamos juntos, aun con mi polla en su coño, hasta detrás de unas cajas que había en el pasillo y nos quedamos quietos. Esperando a que Felipe se fuera. Pero Tania no se podía estar quieta.
    
    - Estate quieta que nos va a oir. - Le dije susurrando.
    
    Empezó a moverse con mi polla aun dentro suya, para follarse ella misma, muy despacio.
    
    - Cállate que nos va a oir. - Me miró riéndose y siguió follándose.
    
    Yo estaba paralizado mirando hacia la entrada del pasillo y ella seguía moviéndose. La polla me iba a explotar de placer.
    
    Entonces apareció Felipe que miró hacia el pasillo y al no ver nada siguió su camino.
    
    - Mierda por poco. - Le dije a Tania que seguía concentrada a lo suyo. Y yo empecé a moverme de nuevo.
    
    - Me voy ...
    ... a correr. - Dijo ella con los ojos cerrados.
    
    - No chilles que aun nos puede oir. - Le tapé la boca con la mano y nos pusimos de rodillas en el suelo.
    
    - Mmm. -
    
    - Joder yo también me corro. - Me quitó la mano de su boca.
    
    - Córrete dentro, lléname entera. - Volvió a poner mi mano en su boca y empezó a lamer mis dedos. Aumenté el ritmo, follándole el coño ya sin importarme quien nos oyera. Se podía oír como chocaba contra su culo.
    
    - Joder me corro, mierda. - Noté como llegaba al orgasmo al mismo tiempo que yo. Conseguí ahogar su grito con mi mano.
    
    Se la metí hasta el fondo y le llené el coño de leche. Descargué dentro suya en un par de espamos mientras a ella le temblaban las piernas. Se la saqué despacio.
    
    - Uf que bueno. Pero vaya estropicio hemos hecho. - Se giró sin decir nada, me limpió la polla con la boca y se levantó.
    
    - No digas nada de esto.
    
    - No jodas, ya lo se.
    
    - Me voy a seguir trabajando.
    
    - Si yo también.
    
    - El mes que viene vuelve a tocar inventario. No se si aguantaré hasta entonces, niñato. - Me miró sonriendo.
    
    - Yo tampoco lo creo zorra. -Le guiñé un ojo. 
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