1. Carlota y Clara


    Fecha: 30/07/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Amorclandestino, Fuente: CuentoRelatos

    ... como mis pechos y pezones se van endureciendo por debajo del fino camisón negro de manga larga que llevo, como va abriéndose en canal esa dulce sensación de calor y de presión entre mis piernas...
    
    Las veces que en la intimidad he pensado en ella y mi cuerpo ha reaccionado hasta, literalmente, el orgasmo, han sido muchas, aunque la sensación es aún más intensa cara a cara y viendo semejante descarga de sensualidad en vivo que en la imaginación y en pensamientos. Siempre he tenido recurrir a mi imaginación para visualizarla mentalmente de manera sensual. Sólo la había visto con algo menos de ropa de lo que es habitual en verano con camisas de tirantes y pantalones cortos dejando más al descubierto sus abundantes pechos, sus piernas y muslos y con su bañador negro de cuerpo completo. Y sí, mi cuerpo ya reacciona y no precisamente poco, viéndola en camisa de tirantes, en pantalones cortos y en bañador. Pero eso ya es otro nivel. La deseo a reventar desde el día que la conocí. Y después de todo este tiempo, LA AMO.
    
    Intento mirarla disimuladamente porque me resulta imposible no mirarla con deseo. Por un momento, cuando ya había terminado de quitarse el pantalón y la sudadera, nuestras miradas se encontraron. Ella me mira ruborizadísima y con los ojos brillantísimos, y acto seguido, aunque ella intente disimular y piense que no la puedo ver, me percato de como baja la mirada, sonriendo tímida y pícaramente y mordiéndose el labio con fuerza mientras se acaricia el cabello. ...
    ... Ufff... Que sensualidad. Es en ese mismo momento que también me percato de lo endurecidos que tiene los pechos y los pezones. Todas esas señales suyas provocan que mi cuerpo aún reaccione más.
    
    Entonces, se vuelve lentamente hacia mí, con una mirada nerviosa y a la vez seductora. Se le nota que está nerviosa y excitada y con el morbo de explotar su sensualidad y de sentirse deseada por las nubes. Ella, que está de pie, lentamente se agacha un poco hasta poder alcanzarme mejor, ya que estoy sentada.
    
    No puedo evitar que mi mirada vaya directa a sus ubres, ufff... Me abraza, a lo que yo la correspondo. Nos abrazamos fuertemente las dos, ella de pie agachada para alcanzarme mejor y yo sentada. Además de sentir como nunca sus hermosos pechos clavados a mi cuerpo, siento el fuerte latir de su corazón. Y es imposible que ella no sienta el mío. Siento su piel muy caliente, quizás demasiado... Mientras nos abrazamos, ella va besándome las mejillas y acariciándome el cabello lentamente y con mucho cariño y sensualidad. Yo también le voy correspondiendo poco a poco, acariciando su cabello, sus mejillas, ásperas por el acné... Reconozco que esta aspereza en sus mejillas que van recorriendo mis delicadas manos así como esta imperfección física suya me está haciendo sentir aún más excitada.
    
    –Te quiero mucho... Yo... Te amo, mi princesa... –me dice, dejando ir un intenso suspiro. No sé qué decirle. Realmente me quedo sin palabras. Estoy realmente hipnotizada y excitada por ella y su ...
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