1. Carlota y Clara


    Fecha: 30/07/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Amorclandestino, Fuente: CuentoRelatos

    ... seducción. Solo se me ocurre darle un fuerte beso en la mejilla. Nos retiramos del abrazo. Ella me mira intensamente a los ojos. Su melancólica y bondadosa mirada, a la vez sensualmente pícara... Sus ojos brillan como nunca y me fijo en como de dilatadas tiene las pupilas.
    
    Se dirige a otro lado de la habitación, donde hay una cortina y la decanta a lo que resulta ser un gran espejo de cuerpo completo y se agacha lentamente. Uffff... Verla agacharse... Además con el Chupa-Chup en la boca sin sujetarlo con la mano... Podía fijarme en los movimientos que hacía con la boca y succionaba el caramelo lentamente pero a la vez con avidez... Por un momento, parecía que ella misma estaba muy pendiente de los movimientos que iba haciendo con la boca para succionar bien el Chupa-Chup... Su larga cabellera lacia y castaña suelta, sus pechos, sus caderas, sus nalgas, sus muslos, sus piernas... Esa postura de estar agachada junto con el Chupa-Chup en la boca y llevar puesto nada más ni nada menos que ese sensual conjunto de braguitas, sujetador y camisa de tirantes de lencería blanca y esas chanclas negras de cuero y plataforma de cuña la hacia verse muy provocativa. Uffff... Vaya diosa... Una vez agachada del todo, se quita el Chupa-Chup de la boca durante unos segundos para coger aire (y la verdad es que respira abriendo la boca de una manera como si se hubiera quedado sin aire, además haciendo una cara bastante sensual). Veo como el Chupa-Chup se ha roto y de éste sale una crema de ...
    ... caramelo de frambuesa. Acto seguido, una vez agachada del todo, se lo vuelve a llevar a la boca.
    
    —Mmmm... —suspira, mientras acaba de succionar el Chupa-Chup. Ufff... Estoy a mil.
    
    Y en nada se lo termina y tira el palo. Continúa succionando los restos de caramelo que tiene en la boca en vez de morderlos. El Chupa-Chup le deja los labios rojos.
    
    Acto seguido, estando ya agachada, parece que busca algo detrás de la montaña de cosas desordenadas que tiene detrás del gran espejo y después de buscar un poco, saca un reproductor de música, lo enciende, introduce un disco, pasa unas cuantas canciones y empieza a sonar «Cuando te beso» de Niña Pastori.
    
    Ella vuelve a dirigirse a mi caminando lentamente, tarareando y cantando con un tono de voz bajito y discretamente seductor y haciendo pequeños y sutiles movimientos de caderas mientras se acaricia el cabello y en cierto instante se muerde los labios. Una vez cerca de mí, me alarga la mano para que se la dé, hace que me levante de su silla por inercia y una vez estamos las dos de pie, empieza a abrazarme fuerte y a acariciarme la espalda, la cintura y a darme besos en la frente y las mejillas. Mientras me abraza, va bailando moviendo lenta, discreta y sensualmente sus caderas, sus muslos y sus piernas al ritmo de la música. Yo, abrazada a ella, voy correspondiendo a su lento, discreto y sensual movimiento para ir a su ritmo. Mi cabeza tocando discretamente sus grandes y preciosas ubres... Uffff... No se nos da bien bailar, pero ...
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