1. Mi primera vez con testigo


    Fecha: 31/07/2024, Categorías: Voyerismo Autor: Webmonster6910, Fuente: CuentoRelatos

    No es que Lupita no fuera mi amiga pero, la realidad es que yo visitaba principalmente a Carmen su hermana. Por aquellos días, casi todos los viernes, nos reuníamos nos tomábamos algunas cervezas. A veces muchas. Pero era amistad pura y simple. Lupita no siempre nos acompañaba pero esa noche la pasó con nosotros.
    
    El departamento de Carmen más bien era pequeño pero la única recámara era muy grande y alargada con 2 camas matrimoniales situadas a extremos de la habitación. Aquella noche yo no tomé tanto pero la verdad, no me sentía bien para conducir. Carmen debió notar algo porque me insistió que me quedara a dormir. No era raro que lo hiciera, porque nos teníamos confianza. Lupita andaba particularmente alegre y eufórica esa noche porque estaba despechada al haber terminado con su novio una semana antes.
    
    Carmen y Lupita eran hermanas pero físicamente muy diferentes. Ambas tenían cuerpos de buenas formas con cintura estrecha y trasero prominente pero lo único que tenían en común. Carmen era una chaparrita morena intensa que gustaba de hacer ejercicio muy seriamente. Lupita, en cambio, era una chica alta, de piel apiñonada, cabello castaño claro muy rizado y ojos verdes. Mientras Carmen era muy abierta y sociable, Lupita era alegre pero siempre parecía mantenerse en guardia. Para hacer la historia corta, yo me fui a mi cama habitual mientras Carmen se metió en su cama al otro lado de la recámara. Ella y Lupita desde temprana hora se habían puesto sus pijamas de franela ...
    ... porque era el cambio de estación al invierno aunque la verdad, todavía hacía suficiente calor como para que yo usara bermuda y playera. Con esa misma bermuda me había metido a la cama mientras seguía bromeando con las chicas.
    
    Lupita salió de asearse del baño y ahí empezaron las sorpresas ya que en vez de la blusa de franela de su pijama venía solamente con el pantalón y una pequeña playera interior de tirantes. Aunque le miré de reojo, no pude evitar darme cuenta de que debajo de la blusa sus pechos resaltaban sin sostén. Antes de que terminara de reflexionar, Carmen apagó la luz del cuarto y en medio de la penumbra pude distinguir que Lupita llegaba al otro lado de la cama donde yo me encontraba y con un rápido movimiento se despojó del pantalón y se metió bajo el cobertor. Estábamos en la misma habitación que Carmen y Lupita y yo nunca habíamos coqueteado ni intercambiado indirectas. No dejó de llamar mi atención que Carmen no pareció decir nada ni se sorprendió de que Lupita se metiera a la cama conmigo. Asumí que las condiciones eran completamente en contra y honestamente pensé en controlar cualquier impulso al respecto. Estuve despierto un rato pero no pasó mucho tiempo antes de que me quedara dormido bajo el efecto de las cervezas.
    
    Nunca sabré la hora pero desperté en medio de la noche. La rodilla doblada de Lupita estaba en contacto con mi cadera. Lo que me había despertado es que esa rodilla tenía cierto movimiento rítmico. Muy lento, muy leve. Fue entonces cuando ...
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