Debiste haber venido al cumpleaños
Fecha: 02/08/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mi nombre es Jorge, tengo 36 años y estoy casado con Cristina. Mi mujer es un bellezón moreno de 30 años y 175cm y 60kg de cuerpo atlético, ya que ambos tenemos el deporte como parte muy importante de nuestras vidas. Tenemos una vida muy normal en la que, como os he comentado, giramos en torno a hacer deporte y disfrutar de la naturaleza. A nivel sexual, en cambio, nuestra vida se limita al misionero una vez por semana y, aunque yo si le hago sexo oral, Cristina lo máximo que me hace es masturbarme antes de ponerse en posición. Mi mujer no es muy activa sexualmente, pero no es algo a lo que le dé una gran importancia, ya que todo lo que nos aportamos suple esa carencia con creces.
Por otro lado está Lucía, la hermana mayor de Cristina. A simple vista, se podrían llegar a confundir de lo parecidas que son si no fuera porque hay un par de sutiles diferencias en su apariencia. Lucía por un lado lleva el pelo teñido de rubio platino desde que la conozco. Pero lo que más llama la atención que, mientras que Cristina tiene poco pecho debido a todo el deporte que ha hecho desde pequeña, Lucía no lo quería y se puso unos implantes que le encanta ir enseñando por la vida. En ese aspecto también son muy diferentes. Mi mujer es la recatada, mientras que a Lucía le encanta ir explosiva. Es abiertamente bisexual y, además de alrededor del deporte, su vida gira en torno al sexo. Debido a ese afán por el deporte, ninguna de las dos ha bebido nunca alcohol, y la única cerveza que toman es ...
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Una vez hecha las presentaciones, entremos en materia… Hace un par de semanas Cristina me comentó que el domingo pasado un amigo de las hermanas celebraba su cumpleaños en su chalet con piscina. Todos los años hace una minifiesta con unos cuantos amigos que se alarga hasta el domingo, que se culmina con una comida todos juntos para empapar el alcohol de todo el fin de semana. Cristina y yo volvíamos el sábado por la tarde de una carrera en otra ciudad, y por lo tanto sólo podía ir a la comida del domingo. Me ofreció acompañarle porque Dani, el cumpleañero, le dijo que no había problema. En cambio, unos días antes me dijo que, si no me importaba, como iba a ir mucha gente que no conocía, si me importaba dejarle ir sola con su hermana. Por supuesto que no había ningún problema (o eso pensaba yo) ya que, a pesar de estar casados, hacemos muchos planes por separado con nuestros respectivos amigos. Además, así yo podía ponerme al día con los correos del trabajo ya que tenía cosas atrasadas.
Llegó el domingo, y Cristina se puso un bikini azul que me encanta, y unos pantalones cortos y una camiseta que suele llevar a la playa. Lucía pasó a buscarla sobre las 10, me despedí de ella hasta la tarde, y me dediqué a mis cosas. Me enfrasqué en mi trabajo, y para cuando me dí cuenta, porque mi mujer entraba por la puerta, eran las 8 de la tarde. Entró al salón con la ropa empapada y me dio un beso más apasionado de lo normal, pero no le di importancia. Le acompañe al cuarto para ...