La morena con cola de caballo
Fecha: 06/08/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: bicornudochile, Fuente: CuentoRelatos
... para conocernos mejor-, ella asintió y continuó su camino.
La tarde en la oficina se me hizo larga, solo quería estar con la morena. Eran tantas las ganas, que aunque no lo hacía a menudo, tuve que encerrarme en el baño a ver porno en el móvil y masturbarme para aliviarme.
A las cinco en punto, la chica estaba en el pasillo. Nos abrazamos y sin decir palabras, comenzamos a caminar al estacionamiento. ¡Vamos a mi casa y no puedes decir que no!, le dije mientras la tomaba de la mano y ella respondió con una amplia sonrisa: - perfecto, no esperaba eso, pero me gusta la idea -.
Mi piso era monoambiente, una pequeña cocina, un baño y todo el living era la habitación, es decir, poco espacio para grandes cosas. Ella pareció notar lo mismo, porque me vio con la sonrisa más picara y se me lanzó a los brazos: es pequeño pero acogedor.
La besé metiendo mi lengua hasta el fondo de su boca, ella me correspondía tomándome por la espalda y acariciando mis nalgas. Allí en el piso, la acosté para comenzar a besar su vientre plano, su ombligo y subir hasta sus tetas. Ella me hizo el favor y se desnudó, dejando a la vista un brassiere negro que pronto quedó en el piso.
Sus pezones eran marrón oscuro, los mordí, hacía círculos alrededor de sus areolas y mordía suavemente. Ella solo guiaba mi cabeza con sus manos para que siguiera comiéndome ese par. Volví a bajar a su vientre y comencé a desabrochar sus vaqueros, ella me detuvo y con sorpresa y ternura me pidió que me ...
... detuviera. - Quiero hacerlo yo -, la tomé de la mano y me senté en el sillón.
De espaldas a mí se veía escultural, su cabello negro, su espalda y sus vaqueros que iban bajando poco a poco para mostrar unas preciosas nalgas. Se bajó la ropa interior con las piernas cerradas, por lo que su culo se veía más parado.
- Cierra los ojos -, me pidió. Asentí y luego de segundos de silencio, pude palpar que se estaba sentando sobre mi. Sus manos guiaron las mías a sus tetas, luego a su boca para mamar mis dedos uno a uno, pero yo quería bajar a su entrepierna.
Prácticamente tomé la iniciativa y acaricié nuevamente sus tetas, su vientre, su ombligo hasta que llegué a su entre pierna. Tenía un pene macizo, completamente depilado y aparentemente, de un tamaño considerable que pude medir al tomarlo todo entre mis manos.
Comencé a masturbarla, de arriba a abajo haciendo especial presión en la cabeza que ya empezaba a humedecerse. Ella comenzaba a mover sus caderas al ritmo de mis arremetidas en su polla, pensé que de un momento a otro su culo sería mío pero me quitó la mano y se levantó.
- Abre los ojos, amor -, obedecí y tenía frente a mí un pene largo y medianamente grueso. Como si me estuviera desvirgando, suavemente comenzó a introducir su pene en mi boca.
Era suave, tenía un sabor un poco ácido pero a la vez dulce. Lo sacaba y pasaba mi lengua por su glande, ella solo gemía y movía sus caderas. Luego de unos minutos, estaba agarrándome de sus nalgas para guiar el sexo oral y ...