1. Obsesionado con mamá (partes 1 y 2)


    Fecha: 07/08/2024, Categorías: Incesto Autor: literarte, Fuente: CuentoRelatos

    ... me hago unas pajas pero no he tenido la necesidad de tener novia o algo así, en casa tengo la atención de una mujer sexy y femenina y con eso me basta, me llena tener la aprobación de una mujer hermosa así que naturalmente hago todo bien para complacerla.
    
    No recuerdo exactamente cómo caí en el mundo de los pensamientos incestuosos, todo fue gradual. En algún momento, los besos y abrazos que me producían un placer inocente y espiritual empezaron a producirme un placer sucio y culposo. Primero su cercanía me provocaba un cosquilleo extraño y luego de plano vinieron las grotescas erecciones. A veces cuando ella me abrazaba, tenía que hacerme a un lado para que no sintiera esa dureza que había en mi entrepierna.
    
    Poco a poco la admiración se convirtió en curiosidad; la curiosidad en morbo y el morbo en deseo. Al principio me preguntaba ¿Cómo se verá en ropa interior? Aún usa ropa sexy, he visto colgados en el tendedero sus calzoncitos negros de encaje ¿Cómo se verá desnuda? ¿Tendrá sexo? ¿Cada cuando? ¿Y como lo hará? De seguro es una diosa en la cama. Un día ya no pude más y me hice una paja pensando en ella, me sentí muy culpable, pero al mismo tiempo liberado, fue la mejor paja de mi vida. Y así ella se convirtió en la reina o más bien en la única protagonista de mis fantasías, aunque solo recurro a la masturbación cuando ya no puedo más. Aún tengo algo de decencia, profano con mis pensamientos a mi progenitora, pero no es muy seguido, solamente lo hago cuando es muy ...
    ... necesario y además pienso que no le hago daño a nadie, solo son fantasías y de seguro es una etapa y ya se me pasará.
    
    Me he masturbado un par de veces durante la madrugada y los chorros de semen han salido en abundancia mientras imagino a mi madre a gatas, en medio de mis piernas, su boquita rosada pegada a mi sexo, sus tetas colgando rosando mis muslos y su mano libre masajeando mi tranca. Ya conozco la suavidad y humedad de su boca, me ha besado miles de veces en las mejillas, pero ahora imagino esa suavidad y humedad en mis labios y en mi sexo.
    
    Cuando cierro los ojos incluso puedo mirar sus gestos vulgares. La punta de su lengua lustrando mi longitud de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo. Y la fantasía termina, para luego crear otras nuevas. Y en todas ellas, mamá es la protagonista, mi mente no para de idear situaciones morbosas. “Cómo me tienes, mamá… cómo me la has puesto.” Ni siquiera he podido dormir bien.
    
    No sé qué hacer con las impurezas de mi mente. Esto no está bien. Esto no es normal. No puedo estar masajeando mi pene mientras pienso en mi madre de una forma tan obscena, tan grotesca y enferma. Me da vergüenza pensar lo que pienso, pero es inevitable controlarlo. Esto me supera. Está fuera de mí. “Es tu madre, es tu madre, tienes que tranquilizarte.”
    
    Pero es cerrar los ojos y volverla a oír gimiendo como las actrices porno de las películas que a veces veo. Son las dos de la mañana. He escuchado unos quejidos en el cuarto de mamá. Sí. Estoy ...
«1...345...»