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Trío caliente en el balcón con Diego y Gonzalo (parte 3)
Fecha: 09/08/2024, Categorías: Gays Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos
... que noté que se estaban por correr, así que les apreté bien fuerte las bases de sus miembros para evitarlo y poder seguir gozando de los dos. Me puse de pie para meterme de nuevo en sus bocas, entrelazando mi lengua con la de ellos, y luego me puse frente a Gonzalo y a espaldas de Diego para franelear y apoyarme en sus cuerpos, por delante y por detrás. Sentía las dos porongas durísimas, una contra mi culo ávido y la otra apretando mi miembro también enhiesto y anhelante. Gonzalo retribuía mis besos con profundos lengüetazos, mientras yo le acariciaba sus firmes y redondos glúteos. De pronto, paró de besarme para recuperar aliento y me tomó del cuello mirándome a los ojos con lujuria. Le pregunté si había ido demasiado lejos o si quería que entrásemos. -¡No! ¡Qué lejos! Hagamos todo acá, que la noche está hermosa y no nos ve nadie. -Me asustaste, bombón. -Es que no podía respirar de la calentura. Y yo tenía atrás a Diego que me estaba quitando la bermuda, para meterme la pija entre los glúteos, tratando de penetrarme de parado, prácticamente. Incliné mi cabeza hacia atrás para reclinarme en su hombro y besarlo con frenesí, mientras empujaba mi culo contra su miembro húmedo y ansioso por entrar en mi ano. -¿Me querés coger ya, potro? -Sí, no doy más. Tengo que cogerte, si no me voy a ir en seco. -¡Aguantá! Que quiero toda tu leche adentro de mi culo. -Y le di otro morreo de campeonato, al tiempo que Gonzalo me besaba el cuello, los pectorales y ...
... bajaba hasta mi poronga para saborear el líquido que chorreaba de mi pija y envolver luego con sus labios deliciosos mi glande y comerse todo el tronco, en un ir y venir de locura. Tuve que frenar su vaivén desesperado porque estuve a punto de eyacular en su boca y apreté bien fuerte la base de mi pene, mirándolo a los ojos como suplicando paciencia. -Te debo una, me dijo, recordando la mamada del vestuario. Me dejé llevar por la lujuria del apasionado Gonzalo y le solté la cabeza para dejarlo hacer. Me tomó de las nalgas para que lo cogiera por la boca, lo que hizo que se abrieran mis glúteos y que Diego pudiera meterme el glande en mi orificio hambriento, lo que me hizo estremecer todo el cuerpo. -¿Te dolió? ¡No! La quiero toda adentro, pero despacio, le respondí, inclinando levemente el cuerpo hacia adelante para facilitarle la faena. -Gonzalo me seguía chupando desesperadamente mientras Diego me iba penetrando muy suave hasta que su pelvis chocó con mis nalgas y casi desfallecí de placer, se me aflojaron las piernas al sentir toda su pija en mi culo palpitante. Comencé a contraer y dilatar el ano para invitarlo a cogerme, así que se dedicó con fervor a un mete y saca enloquecedor, lo que aceleraba y profundizaba la mamada de Gonzalo y, tras cuatro o cinco minutos de frenesí sexual, bufando y jadeando como un burro eyaculé varios chorros de semen en su garganta, que tragó con avidez sin dejar de chuparme la pija. Mi corrida aumentó el ritmo y el furor de las ...