1. La tía de mi mujer


    Fecha: 13/08/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Akatos, Fuente: CuentoRelatos

    Ya estoy frente a su puerta, armándome de valor y preguntándome que pretendía de mí, la tía de mi mujer. Acepte no de buena gana venir a su casa, después de que me hubiera sorprendido besándome con una rubia despampanante a espalda de mi esposa.
    
    Abre la puerta y me invita a pasar, inmediatamente y sin esperar le pregunto ¿Qué pretende usted de mí? Sin titubear clara y concisa me dice- ¡Como mujer tengo necesidades, que pretendo satisfacer! Tu ¿decides? O atiendes mis pretensiones o envió las fotos que tengo en el móvil a tu esposa.
    
    Apenas puedo creer lo que estoy escuchando de esta mujer, siempre deseé follarme a una madura pero jamás pensé en ella. Pepa es la hermana de mi suegra, de unos sesenta y seis años poco agraciada, rellenita y solterona. Balbuceo y sin darme tiempo a responder, se desprende de la bata que lleva puesta mostrándome el camisón que deja ver perfectamente sus grandes aureolas y sus pezones de color marrón debajo de la tela, tampoco lleva bragas puestas.
    
    Clavo la mirada en sus pechos poseído por la lujuria al tiempo que deslizo las mangas del camisón por sus hombros, haciendo que caiga por los brazos, este queda enrollado en su vientre, me pregunta con sus manos en las tetas ¿te gusta lo que vez?
    
    Deja que me las meta en la boca, es ella quien con sus manos guía mis primeros lametones, no tarda en apartarlas colocándolas hacía atrás apoyándolas en la mesa y cerrando los ojos me deja hacer.
    
    Mi lengua recorre sus pezones, la siento suspirar ...
    ... de placer, paso de una teta a otra rozando sus pezones con mi lengua. Aprietos sus tetas con mis manos para pasar mi lengua por todas ellas, sus gemidos se hacen más sonoros, dejándose caer hacia atrás.
    
    Subiendo el camisón hasta la cintura, me aventuro a bajar por su vientre, con mi lengua voy buscando su ingle, ante mis ojos aparece un poblado monte bien formado espeso y rizado. Me situó entre sus piernas y me hundo en el surco profundo pasando mi lengua, se retuerce gimiendo descaradamente.
    
    Sus labios son gruesos y carnosos, continúo con mi lengua recorriendo cada rincón de su sexo hasta que un néctar espeso y caliente entra en mi boca, paso varias veces la lengua intentando mamar todo ese néctar que brota, ella esta con la cabeza totalmente echada hacía atrás y las manos aferradas al mantel de la mesa, se corre gritando - ¡me corro, me corro!
    
    Me bajo el pantalón, busco la entrada de su coño con la punta de mi polla, de una embestida se la meto entera. Ella grita- ¡cabrón fóllame, fóllame! Continúo metiendo mi polla, siento como sus labios carnosos me succionan hacía dentro mi polla esta dura como nunca ha estado, sujeto su cintura con mis manos, bombeando como un poseso.
    
    Su mirada se vuelve lasciva mientras disfruta de mis embestidas me dice - ¡No pares de moverte cabron! Me pide que le diera más fuerte, subo las piernas hasta colocármelas en los hombros, para embestirla con todas mis fuerzas, recibe mi polla hasta los huevos.
    
    Me mira con cara de lujuria, ...
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