1. LA AMIGA DE MI MUJER


    Fecha: 13/08/2024, Categorías: Hetero Autor: andy, Fuente: RelatosEróticos

    ... discreción luego de un largo beso de despedida.
    
    Caminé hacia mi carro, que discretamente había parqueado a una corta distancia de su casa y enrumbé para la mía, pensando en el profundo sueño que iba a tener después de este encuentro tan deseado por mí. Cuando llegué, luego de asearme y cambiarme, al levantar las frazadas pude observar el lindo culo de mi mujer, pero que lo tenía solo de adorno.
    
    Me acomodé en mi sitio y con una sonrisa, me acurruqué para dormir con el pensamiento del culito que acababa de dejar y que ojalá pronto lo pudiera penetrar nuevamente. Estos encuentros con Rosita se repetían con cada viaje de su marido, que eran cada mes o mes y medio, hasta que me dio la mala noticia que se irían del país porque lo enviaban a establecer una sucursal de su compañía. Fue un gran golpe para mí.
    
    A pesar que de tiempo en tiempo iba a visitar a Mariela, mi masajista preferida, llegó el día que cuando fui por sus servicios sus colegas me dijeron que ya no trabajaba allí.
    
    No me quedó otra cosa que retirarme, previa mirada a sus ...
    ... compañeras a ver cuál podría reemplazarla. Probé a un par de ellas, pero sin un resultado satisfactorio. Nunca había pensado cuanto iba a extrañar a Mariela. Sus colegas que probé, no tenían la delicadeza y candor para con mi persona.
    
    Los masajes que me daba en todo el cuerpo, antes de acariciarme con esmero mi verga y todo su alrededor, así como sus tibios besos en mis entrepiernas y testículos, serían extrañados por mí. Y lo más sentido, sería que ya no tendría su bello cuerpo sobre mí, montado a horcajadas, con sus pechos turgentes frente a mí y al alcance de mis juguetonas manos y, sobre todo, con mi verga bien colocada en su palpitante vagina, la cual ella la contraía lentamente y tratando que su clítoris sintiera las caricias que le daban mis gruesas vellosidades y que mi verga recorriera, de ida y vuelta, toda la profundidad de su vagina.
    
    Pensaba que sería muy difícil que encontrara a otra pareja circunstancial como Mariela.
    
    Con el tiempo, me di cuenta que sería imposible.
    
    Mariela y Rosita quedaron como un lindo y buen recuerdo. 
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