Fontanero
Fecha: 13/08/2024,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos
Me abrió un chico como de unos veinte años. Apenas vestido con un pantalón de deporte blanco tan fino, corto, y ajustado que marcaba una polla preciosa. Además del resto de su cuerpo delgado con músculos finos, bronceado y guapo a rabiar. Moreno con el otro corto y unos preciosos ojos azules.
No pude dejar de admirarlo de abajo arriba aunque él me sometía al mismo escrutinio. Mis piernas musculosas saliendo de un vaquero recortado y mis brazos fuertes de una camiseta de tirantes. El vientre plano como una tabla de lavar, mi pecho de barril y mi cara, hasta mis ojos azules clavados en los suyos pardos y en su cuerpo fibrado.
- ¡Hola! Creo que tenían un aviso. Un desagüe.
- ¡Ah! Si, ven por aquí.
Con la caja de herramientas en la mano lo seguí sin perder de vista sus prietas nalgas moviéndose armoniosamente mientras caminaba.
Me condujo hasta un enorme y sibarítico baño con jacuzzi incluido. Un desagüe atascado no planteaba mayores dificultades pero me gustaba la compañía y me lo tomé con calma. Parecía que estábamos solos en la casa y el chico se quedó conmigo sentado en un inodoro y charlando.
Se presentó como Marcos y yo le di mi nombre estrechándonos la mano un momento mas largo del necesario, pero placentero para ambos. Conseguí sonsacarle que efectivamente estamos solos. Aún no sé si mentía o ella llegó más tarde.
- ¿Te han dejado solo para que me atiendas?
- Bueno, ahora que estás aquí eso no es nada malo. Es muy bueno.
En un descuido al ...
... aflojar una junta conseguí empaparme la camiseta evidentemente adrede. Tengo el suficiente dominio de mi oficio como para que esas cosas no me pasen por accidente.
- ¡Ups! Estaba más dura de lo que pensaba. He tenido que hacer mucha fuerza y se ha roto.
Aunque con la temperatura reinante no había ningún problema por estar calado él me dijo que me sacara la camiseta para no resfriarme. Así de todas formas simplemente quedaríamos vestidos iguales.
Así que la agarré, me saqué la camiseta por la cabeza y la dejé sobre el lavabo. Pasando cerca de él en el proceso y secándome con una toalla, que me pasó, el pecho y la cara. Luciéndome todo lo que podía.
- ¿Vas al gym?
Me preguntó.
- No, solo trabajo duro, tu si que parece que te machacas bastante.
- Bueno hago lo posible, normalmente prefiero nadar, pero para no hacer ejercicio tu tienes un buen cuerpo.
Diciendo esto mientras doblaba un brazo para probar el bíceps. Exhibiendose.
- ¿Puedo tocar?
- Pues claro.
Así que pasé una mano por su brazo medio acariciando, medio apretando. El puso su mano en mis abdominales siguiendo sus formas marcadas.
- Estos los tienes bien.
- Gracias, pero debería volver al trabajo, el placer para después.
- Eso espero.
Sonriéndole. En una difícil postura bajo el lavabo, le pedí que me alcanzará una herramienta. A lo que accedió de inmediato rozando mis dedos con los suyos al entregármela.
El tacto fue suave, casi sedoso.
Al poco rato me ofreció un refresco y ...