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Fontanero
Fecha: 13/08/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos
... el culo bien cerca. Lamía su nuca mientras seguía dilatando su ano con mis dedos. Bien limpito me alcanzó el aceite de baño y eché un buen chorro en su espalda dejando que resbalara por su columna y metiéndose sólo entre sus nalgas donde mis dedos lo repasaban por el ano. Él lubricó mi polla con sus manos tiernamente casi sin girarse, solo echando aceite. Y pasando una mano entre sus muslos tiraba de mi rabo conduciéndolo, guiando y apoyando el glande en la entrada que había estado dilatando con cuidado. - ¡Que duro está! Ten cuidado, despacio. Empujé suave, no quería dañarlo y suavemente y sin parar se fue clavando hasta los huevos hasta que sentí la suave piel de sus nalgas apoyada en la zona depilada de mis muslos. Los dos lanzamos a la vez un grito de placer. En ese inoportuno momento se abrió la puerta de repente. El grito debió haberla alertado. Entró una chica en tanga y una corta camiseta. Muy bonita, y muy parecida al chico que yo tenía entre mis brazos. Su negra melena le llega justo un poco por encima de los pezones, marcados en la fina tela de la prenda, y sus preciosos ojos azules nos miran con deseo y vicio. diciendo: - Hola hermanito. Me parece muy mal que te diviertas solo. - Acabamos de empezar. - No me habías dicho que teníamos una compañía tan agradable. ¿Quién es ella? - ¿Me vais a reñir los dos? Silvia, Únete y deja de decir bobadas. - Por cierto ella es mi hermana. Según se acercaba al jacuzzi se fue sacando la camiseta ...
... con lo que pude ver sus durísimas pero no muy grandes tetas. Al llegar a nuestro lado agarró la polla de Marcos apartando la mano que yo tenía allí y me dio un morreo de campeonato. Un beso guarro con mucha lengua que igualó a los que me había dado su hermano. - Belleza. Con la mano que había apartado del duro nabo tiré del tanguita de la belleza para intentar sacárselo. Pero la prenda era tan endeble que me quedé con ella entre los dedos. Me limité a arrojarlo al suelo y poner esos dedos en su vulva que parecía un horno. Suave, húmeda y muy muy caliente. Nuestra saliva resbalaba hasta la espalda de Marcos al que seguía teniendo empalado. Pero ya no podía parar, tenía que correrme, tenía que dejar mi lefa en ese culito tan duro. Silvia demostró era tan morbosa como cualquiera de nosotros dos. Según la sacaba de tan acogedora gruta se arrodilló entre los dos y separando las nalgas de su hermano con las manos empezó a comerle el ano y lamer mi semen que rezumaba. Acariciaba a la vez los huevos del chico para no dejar que perdiera la importante erección que llevaba. Nunca me hubiera imaginado tan incestuo proceder, pero ahí estaba ante mis ojos. Marcos fue el que se hizo cargo de mi polla, aprovechando que estábamos en el agua le dió un lavado rápido y se la metió en la boca para terminar de exprimirla. Como él aún la tenía dura. Era imposible que se me bajará con esos dos pervertidos delante. Sonia quería su ración. - Vamos hermanito ahora me tendrás que follar ...