Piernas largas y blancas
Fecha: 16/08/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: Kent Brito, Fuente: CuentoRelatos
En la fiesta de cumpleaños de un compañero de trabajo conocí a Marcela, una chica trans que me encantó desde el primer momento que la vi. Era alta, delgada, con un pelo negro y largo que hacía ver su piel muy blanca, también llevaba puesta una falda corta que mostraba sus largas piernas las cuales terminaban en un pequeño pero bien parado trasero.
Llevaba mucho tiempo masturbándome viendo videos porno de chicas trans y lo único que quería era follar con una.
Estuvimos bebiendo y conversando durante toda la noche, desde el principio hubo buena química entre los dos. Al llegar el final de la fiesta mi compañero me pidió si podía llevar a la casa a algunas personas ya que me quedaban de camino a mi hogar. Entre estas personas estaba Marcela. Yo estaba muy nervioso, ansioso, caliente, y para mejor yo sentía que ella también me miraba.
Cuando nos quedamos solos en el auto ella dijo: ¡Al fin!, a lo que yo pregunté ¿Al fin qué?, ella sonriendo me dice que al fin va a poder fumar. Yo muy caliente le respondo que por supuesto, que no hay problemas y que me indique por dónde ir hasta su casa. Marcela se acercó a mi cuello y comenzó a pasar su lengua por mi oreja, mientras a la vez con su mano acariciaba mi verga por encima del pantalón. -Me di cuenta como me mirabas. Aquí a la derecha - Me estaba dando indicaciones de hacia dónde ir y a la vez me pasaba la lengua por la oreja. -Aquí está mi casa amor, ¿quieres pasar?, le dije que sí dándole un tremendo beso.
Los dos ...
... subimos a su departamento, el alcohol ya estaba haciendo su efecto, reíamos, nos besábamos, tomaba sus pequeños pechos y ella no dejaba de acariciar mi pene. Al entrar al departamento nos besamos apasionadamente, mis dos manos las metí por debajo de la falda y tomé sus nalgas, me encantan los traseros. Ella sin esperar nada comenzó a desabrochar mi pantalón, mi pene salió como disparado cuando bajó mi ropa interior. Me miró lujuriosamente y comenzó a masturbarme, miraba mi pene y me miraba a los ojos mientras me entregaba una sonrisa.
Era uno de los momentos más calientes que había pasado hasta ese momento. Me sacó toda la ropa, me dejó desnudo y ella lo único que hacía era masturbarme, de pronto me tomó de mi verga y como si fuera una cadena me llevó hasta la sala de estar. Estando ahí fue hasta el refrigerador y sacó un par de cervezas, yo con toda la confianza del mundo me senté en un sillón y comencé a beber. Marcela comenzó lentamente a sacarse la ropa. Era la fantasía perfecta. Comenzó con la parte de arriba, dejándome ver sus pequeños pechos y sus pezones duros, bien parados. Yo continuaba masturbándome y bebiendo.
Tomó la falda con sus delgadas manos y se la bajó junto a su ropa interior de un solo golpe, dejando frente a mí un culito pequeño acompañado de una larga y gruesa verga. Puso un poco de música y empezó a moverse lentamente mientras se tocaba y bebía de su cerveza. Se notaba que era una mujer con experiencia, sabía lo que estaba haciendo. Comenzó a acercarse ...