Piernas largas y blancas
Fecha: 16/08/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: Kent Brito, Fuente: CuentoRelatos
... lentamente hasta mí, yo tomé con una de mis manos su verga para masturbarla y con la otra me masturbaba yo.
-¿Te gusta?
-Me encanta, ¿te la puedo chupar?
-Es toda tuya
Tomé su verga que aún no estaba dura por completo y comencé a mamársela, era la primera vez que me metía un pene en la boca. Debo reconocer que en un principio era algo extraño pero después de unos minutos se volvió algo placentero, sobre todo cuando la verga de Marcela se endureció por completo. Verla totalmente desnuda, bebiendo y gimiendo me hacía estar a mil. De pronto sacó la verga de mi boca y se puso en cuatro patas en el suelo, sin que me dijera nada pasé mi lengua por sus pequeñas nalgas, le pasaba la lengua desde los huevos hasta el culito y con mis dos manos sostenía sus blancas nalgas.
Le daba palmadas en sus cachetes e introducía uno de mis dedos por su culito. Marcelita gemía desenfrenada y me pedía que se la metiera. En un momento la di vuelta, la tomé del pelo y comencé a follarmela por la boca. Todavía recuerdo que me miraba con todo el maquillaje corrido mientras se la metía toda a la boca, era una experta. Cuando ya no aguanté más, la di vuelta y puse mi pene entre sus pequeñas nalgas y ahí me frotaba, dándole palmadas y restregando mi pene por su ano.
-¡Metemela por favor! -me dijo y yo sin dudarlo le di una buena chupada de culo y comencé a meterla.
De las mejores cosas que he hecho en mi vida sexual. Marcelita tenía un culito blanquito, unas piernas largas y una ...
... hermosa verga, para mí era la mujer ideal en ese momento. Podía sentir como su culo abrazaba mí verga a medida que iba entrando incluso cuando llegué al final hizo un pequeño gemido de satisfacción. Se la metí bien adentro y comencé a moverme lentamente hasta acostarme encima de ella y con una de mis manos le tomaba la verga mientras no paraba de mover mi pene dentro de su culo. Marcela era una diosa, gemía y se movía desenfrenadamente.
La tomé de la cintura, la di vuelta y la acosté en el sillón, sus largas piernas blancas estaban apuntando el cielo, antes que todo le di una buena mamada para luego abrir bien sus piernas y metérsela toda, esa imagen nunca la olvidaré, la Marcelita con sus piernas abiertas al máximo y con una de sus manos se estaba masturbando y con la otra se apretaba sus pechos. Yo estaba dándole unas buenas embestidas donde la sacaba entera para después meterla de golpe, su ano ya estaba totalmente dilatado y eso yo lo agradecía porque podía meterla bien rico. en un momento se la saqué y me senté a un lado y ella de inmediato me la empezó a mamar, que rico chupaba los huevos Marcelita.
Después de darme una buena chupada, subió hasta mi cara y me besó, mi verga se rozaba con la suya y ella tomaba las dos y las masturbaba al mismo tiempo. después de un rato besándonos puso sus dos pies en el sillón y se sentó en mi verga, uff aún me masturbo pensando en ese sube y baja que hacía, estaba como desesperada, saltaba encima mío mientras se masturbaba, de pronto ...