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Mi abuelo me desvirga el culo (3)
Fecha: 16/08/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Viciosa, Fuente: CuentoRelatos
Volví al día siguiente a casa de mi abuelo, a la hora acordada. Esta vez me esperaba con dos amigos. El viejo gordo que me dio una paliza y otro viejo que rondaría los 80 años. Vi sus miradas lascivias dirigiéndose a mis pechos. Tenían puesta una película porno. Tres mujeres calientes lamiéndose los coños por turnos. Miré la película y el gordo me preguntó si me gustaba. Contesté que si. Mi coñito hacia rato que estaba empapado pidiendo polla. Los tres se tocaban el rabo por encima del pantalón mientras me miraban las tetas y se relamían. Esa imagen me excitó aún más y me subí la camiseta para que pudieran observar mejor mis grandes tetas. Sus ojos se abrieron como platos y comenzaron a murmurar obscenidades como: qué ricas tetas, te voy a follar esas tetas. Te voy a reventar el culo pequeña zorra. Estaba muy cachonda y me senté en una silla delante de ellos. Abrí las piernas, me subí la falda y dejé ver mi chochito húmedo y caliente. Pasé mis dedos que resbalaron con suavidad y me masturbé mirando como sacaban sus pollas duras del pantalón. Quise correr a lamerlas, lo deseaba, sólo pensaba en pajearles con la boca hasta llenarme de leche. Pero me aguanté. No sé cómo lo hice. Me levanté, me subí al sofá y puse mi coño cerca de la cara del octogenario. Me pajee en su cara y él no pudo aguantar la tentación. Me agarró del culo y me atrajo hasta su boca. Sacó su lengua y comenzó a lamerme el coño entero. Pasaba su lengua jugosa por todo mi coñito caliente, una y ...
... otra vez, extasiado, frenético. Me aparté he hice lo mismo con el gordo. Este se enfadó al verme tan guarra y me bajó del sofá. - qué estás haciendo puta! Te vas a enterar. Voy a darte una paliza en ese chocho sucio que tienes. Me tumbó en el sofá con las piernas abiertas y pidió a mi abuelo y al octogenario que me sujetaran las piernas. Los tres miraban con lujuria mi chochito virgen y el viejo gordo comenzó a azotármelo. -te lo voy a dejar bien rojo. No tuviste bastante ayer? Vienes a por más? Te voy a enseñar a no ser tan guarra. Y volvió a azotarme sin compasión. Yo gritaba de dolor pero me tapó la boca mientras con la otra mano seguía pegándome en el coño. De ahí pasó a pagarme en las tetas. Botaban con cada azote. Él disfruta castigándome y yo disfrutaba con sus azotes. Después de unos minutos se detuvo. Me incorporó cogiéndome del pelo y me acercó la cara a su polla. Por fin podía tragármela. Abrí la boca desesperada y chupé y chupé como si no hubiera un mañana. Con pasión. - tenías ganas de polla. Así, así, chupa cerda. El octogenario también quería una buena mamada y en cuanto me soltó el gordo fui impaciente a por la polla del viejo. Gemía de gusto. Mi abuelo se pajeaba viendo la escena. También esperaba su turno y no le hice esperar mucho. Su polla gruesa era la que más me gustaba. Apenas me cabía el glande. Me comí esas tres pollas duras y canosas. Sus huevos botaban con cada embestida en mi boca. Me toqué el coño, me dolía por la paliza del ...